El Doctor Néstor Santana de HPS advierte que el invierno es época de extremar cuidados en patologías como la rosácea, el acné y la dermatitis atópica  

El especialista en Dermatología y Dermoestética de Hospital Perpetuo Socorro, el Doctor Néstor Santana, pone el acento en el cuidado de la piel en invierno, una época sensible para personas con patologías dérmicas previas. Estas enfermedades de la piel, a pesar de ser bastante comunes y frecuentes, requieren de un seguimiento y un tratamiento determinado durante el invierno. Para su cuidado menos es más, es decir, hidratación, evitar productos agresivos y una limpieza más profunda son factores fundamentales. 

El Doctor Néstor Santana es especialista de la Unidad de Dermatología y Dermoestética de HPS. El Doctor es experto en Tricología, Dermatología Estética y Láser, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y especialista MIR en Dermatología Médica y Quirúrgica y Venereología por el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín. 

Además, es miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV) y colaborador del Observatorio “Salud Sin Bulos”.

¿Cuáles son las enfermedades de la piel o patologías más comunes en invierno?

En esta época del año hay determinadas enfermedades que tienden a empeorar, como la psoriasis, la dermatitis atópica y la rosácea. Son enfermedades muy frecuentes que en épocas de frío, por menor exposición a radiación solar y cambios bruscos de temperatura, empeoran y tienden a deshidratar e inflamar con facilidad la piel.  

¿Cómo minimizamos estos problemas en la piel?

Lo principal es hidratar la piel y no sobrexponerla a jabones fuertes. Es preferible usar productos suaves, mantener la piel hidratada con emolientes en húmedo (con menor riesgo de irritación) o con cremas indicadas para pieles sensibles. Además, las cremas deben estar formuladas con la menor cantidad de principios activos posible y estar testadas para pieles sensibles. 

Con este tipo de cremas el riesgo de que la piel del paciente reaccione es menor. Es fundamental determinar previamente qué tipo de crema utilizar y para ello es recomendable aplicar un poco de la misma en la dermis y comprobar si la piel enrojece, pica o se tiene sensación de calor. En estos casos, interpretaremos que este tipo de crema no es válida para nuestra piel. 

Por otro lado, el sol genera en la piel un efecto calmante y por tanto es beneficioso para la dermatitis atópica y la psoriasis, siempre con una exposición moderada. 

Pero durante años se dijo que el sol estaba contraindicado ¿por qué este cambio?

El sol es beneficioso en una exposición moderada porque es un calmante natural de la piel. Antes, las recomendaciones estaban orientadas a disminuir el daño solar acumulado en la vida y prevenir el desarrollo del cáncer de piel. Estas recomendaciones no valen para toda la población. Para la mayoría, la indicación debe ser moderar la exposición solar, evitando no la exposición sino la quemadura. Además, siempre se ha de usar protección en lugares de alta exposición como la nieve o las cotas altas.

Debemos recalcar que es muy importante evitar las quemaduras en edades pediátricas, porque el 80% del daño que la piel acumula en la vida se produce en edades comprendidas hasta los 10 años. 

Los agentes externos o la alimentación ¿afectan a la salud de la piel?

Sí, la piel es la primera barrera que se encuentra con la polución, la calima, los cambios bruscos de temperatura. En esta época del año es importante tener la piel especialmente cuidada, ya que no disponemos del sol como calmante natural y se vuelve más frágil.

Asimismo, debemos destacar como a una de las enfermedades más frecuentes en la dermis facial, la rosácea, le afecta considerablemente los cambios de temperatura, la propia dieta, sobre todo comidas picantes, bebidas calientes o alcohol.

Uno de los productos más habituales actualmente, los geles hidroalcohólicos ¿cómo afectan a la piel de las manos?

Con el uso de geles hidroalcohólicos algunas enfermedades como la dermatitis empeora al eliminar la capa protectora de la piel de las manos. Estos productos provocan que la piel se fisure y penetran así sustancias que inflaman la piel.

A la hora de prevenir esta dermatitis de manos, lo recomendable es lavar las manos con agua tibia y con jabones suaves de manos, tratando de usar estos en vez de hidroalcohólico.

El uso del gel hidroalcohólico debería quedar reducido a la calle y en la medida de lo posible no conviene mezclar diferentes geles hidroalcohólicos para minimizar la posibilidad de reacción.

El uso de la mascarilla ¿afecta a personas de piel sensible?

En la cara estamos viendo brotes de rosácea, una enfermedad muy visual y que empeora durante esta época del año. Estos brotes, por tanto, son comunes en invierno por cambios de temperatura, bebidas alcohólicas, comidas picantes… y con además el uso de la mascarilla puede evolucionar a un acné rosácea.

Es importante distinguir entre aquellos brotes de acné con un componente hormonal y un acné de rosácea. Este último, es habitual que empeore en esta época y que aún se agrave más con el uso frecuente de la mascarilla.  

En estos casos lo más adecuado es evitar usar mascarillas de tipo sintético, tipo licra y de muchos colores, porque además del tejido también los tintes pueden irritar la piel produciendo una alergia de contacto. En el caso de ser de tela, mejor de algodón blanco. 

Cremas sí, pero pocas ¿por qué?

Si el paciente mezcla varias cremas para el dermatólogo es mucho más complicado identificar a qué factor ha reaccionado la piel.  

Muchas veces es suficiente con una crema con fotoprotector durante el día y una hidratante sin protección para la noche. En estos casos, el dermatólogo es el que mejor puede interpretar la piel y proponer una recomendación personalizada. 

Las cremas caseras ¿son mejores que las comerciales?

Una crema casera o natural sin conservantes también puede contener sustancias que irriten y además no disponen del control de farmacia y laboratorios. No hay que pensar que una crema porque sea natural no pueda producir daño a la piel.

 ¿Cuáles son las mejores cremas para este tipo de patologías de la piel?

No hay un único tratamiento ni una única crema. El diagnóstico médico adecuado será el que se adapte a las características del paciente y sus necesidades. 

No es necesario comprar las cremas más caras, sino aquellas que tengan un control y seguimiento dermatológico, y que restrinjan mucho los principios activos para evitar alergia e irritación de la dermis. 

Por tanto, lo importante es adaptar la crema a la patología y a las necesidades del paciente. Entre más cómoda sea la crema y su adherencia terapéutica más fácil será que el paciente la use correctamente. 

En el mercado existen cremas, emulsiones, lociones, ungüentos, etc… Además, las hay más fluidas a más untuosas, con corticoides, antihistamínicos, etc… Es decir, un sinfín de opciones para el paciente. Por ello, es el dermatólogo que conoce todas las posibilidades el que debe afinar en el tratamiento de acuerdo a cada tipo de piel.

¿Cómo elegir el tratamiento idóneo?

Lo ideal es que si se tiene una piel sensible o reactiva se acuda al dermatólogo para estudiar el caso y poder proponer un tratamiento adecuado. El especialista hará una recomendación personalizada sobre el uso de cremas para que este sea mantenido y tenga un seguimiento posterior. Las necesidades cambian a lo largo del año y lo que es necesario en una época puede que no haga falta en otra estación. 

Cuando existe una problemática en la piel es común que el paciente se sienta desamparado, y es por ello por lo que se debe acudir al dermatólogo. Es el especialista el que debe hacer el diagnóstico, recomendar el tratamiento y establecer las pautas necesarias de seguimiento. Y es que muchas veces son enfermedades que se tratan, pero no se curan, como es el caso de la psoriasis o la rosácea. 

El dermatólogo debe llevar de la mano al paciente e indicar a qué prestar atención, qué debe evitar y qué debe minimizar. Es clave impedir que el paciente caiga en la vorágine de las pruebas continuas de cremas porque eso empeora la situación en estos perfiles de pieles sensibles. 

En la Unidad de Dermatología y Dermoestética de HPS el Doctor Néstor Santana trabaja en un servicio integral para el diagnóstico y el tratamiento personalizado de cada tipo de piel. Se trata de estudios que van más allá de la dermis para detenerse en hábitos, dieta, épocas del año con más o menos incidencia, entre otros muchos factores. 

En invierno, el cuidado de la piel es una prioridad, especialmente si se tiene una patología previa. En HPS el control dermatológico y el seguimiento de cada paciente se hace de forma personalizada como principal valor añadido para el tratamiento adecuado y seguimiento adaptado a cada caso.