La Escuela Me Sumaría: Aprendizaje para la Vida vuelve demostrar que la educación verdadera tiene más que ver con la diversidad intercultural, la colaboración multidisciplinar, la conciencia social, la solidaridad, la capacidad crítica o el valor de las emociones que con dedicar largos ratos a memorizar libros.

Sin ser el pasado año una excepción, la Fundación “la Caixa” en alianza con la Fundación CajaCanarias desarrollaron su anual Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales bajo el título de Convocatoria Canarias 2020, cuyo objetivo es colaborar con organizaciones isleñas no lucrativas que llevan a cabo proyectos dirigidos a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, para mejorar su calidad de vida y fomentar la igualdad de oportunidades.

Respuesta a problemas reales

Una de las beneficiarias de esta ayuda fue la Escuela Me Sumaría: Aprendizaje para la Vida, que se define como una asociación que “trabaja en la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y sostenible”, según reza su página web. La Escuela Me Sumaría fue erigida en 2016 a raíz de tres problemas arraigados en la sociedad canaria que preocuparon a sus fundadores, siendo estos “el desempleo de larga duración, la brecha digital y la alta tasa de abandono escolar”, expone Yurena Cardona Padrón, coordinadora de Proyectos Socioeducativos dentro de la asociación. “Quisimos dar respuesta a los afectados a través de lo que más tarde se convertiría en la Escuela”, agrega.

“Nosotros realizamos proyectos socioeducativos que emplean metodologías activas y combinamos las tecnologías y el arte como herramientas pedagógicas a través de grupos heterogéneos y reducidos”, comenta la coordinadora. “Lo que llevamos a cabo para la Convocatoria Canarias 2020 fue ofrecer un espacio alternativo de aprendizaje donde trabajamos el desarrollo personal y la adquisición de competencias necesarias para la vida. Estas competencias consideramos que son necesarias para cualquier persona independientemente de su formación o su punto de partida, son de carácter transversal como trabajar en equipo, saber resolver conflictos o claves para superar un proceso de selección. A lo largo de este proyecto atendimos a 140 personas y consiguieron un contrato laboral nueve de ellas”, añade.

Su misión es trabajar por un cambio de paradigma en el mundo de la educación, promoviendo proyectos educativos, tecnológicos (TIC) y artísticos como escenarios de transformación social y cultural dirigido fundamentalmente a personas vulnerables socialmente. Esto se refleja en sus actividades, que promueven la diversidad intercultural, la colaboración multidisciplinar, la conciencia social, la solidaridad, la capacidad crítica, la cooperación, la empatía y el valor de las emociones.

Una ayuda imprescindible

La convocatoria contemplaba propuestas que dieran respuesta a los retos actuales, potenciando el acompañamiento a la población más vulnerable. Yurena Cardona expone que “lo cierto es que la Fundación “la Caixa” nos ha apoyado desde los inicios y gracias a ellos este proyecto es de continuidad, nunca se ha visto interrumpido desde sus inicios en 2016”.