Una consumidora tinerfeña acaba de lograr la eliminación total de una deuda de más de 47.000 euros, contraída durante más de 10 años a través de distintos productos de crédito de elevado interés, gracias a la llamada Ley de Segunda Oportunidad. En concreto, la clienta de ‘Canarias Sin Deuda’, un despacho especializado en Ley de Segunda oportunidad con presencia en toda Canarias, pudo llegar a esta resolución judicial que ha permitido la cancelación de las deudas tras un periodo de un año y cuatro meses (de los cuales más de siete meses correspondieron a la fase judicial).

El pasado 5 de enero fue notificada la cancelación definitiva y completa de su deuda. Asimismo, como señala el auto, los acreedores cuyos créditos se extingan por razón de la exoneración no podrán iniciar ningún tipo de acción frente al deudor para su cobro. La deuda eliminada afecta a distintos préstamos de consumo, tarjetas revolving o micropréstamos. La consumidora, a la que le fue diagnosticada esclerosis múltiple, perceptora de ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional, tuvo que contratar estos productos financieros de crédito para adaptar a su reducida movilidad una vivienda cedida por su familia, dado que no puede subir escaleras. Al no ser propietaria, y debido a su perfil económico, los únicos productos de crédito que se le concedieron fueron de consumo, con un elevado interés.

Uno de sus errores, muy frecuente en caso de sobreendeudamiento, fue solicitar un microcrédito para pagar cuotas de otros créditos. Así, su deuda fue creciendo hasta convertirse en inasumible.

Cancelación de deuda La Provincia

La cancelación de esta deuda ha sido posible gracias a la intervención y dedicación de la abogada Celenia Gil, responsable del departamento jurídico de ‘Canarias Sin Deuda’. En palabras de Celenia, “estamos muy satisfechos de haber conseguido la cancelación total y definitiva de las deudas de una gran pagadora”.

Tras intentar “sostenerse entre sus propios gastos vitales y las cuotas que debía pagar a sus acreedores”, la clienta llegó a arrastrar deudas por más de una década, “algunas refinanciadas, otras vía tarjetas revolving, y préstamos de consumo con alto tipo de deudor, con los que, a pesar de moratorias y distintas estrategias de aplazamiento de la deuda, no conseguía cubrir el principal”. De esta situación Celenia destaca el hecho de que los acreedores “le ofrecían, en todo caso, aplazamientos incrementando el interés o la deuda final a pagar”, empeorando así su situación financiera a largo plazo.

Es lo que se conoce como situación de sobreendeudamiento, algo muy frecuente cuando se firman contratos donde se prevé el abono de intereses elevados, tanto como precio del préstamo como en caso de impago (intereses de demora).