A estas alturas, nadie pone en duda la importancia que tiene para Canarias el cambiar de modelo energético.

La implantación de energías renovables en sustitución de las fósiles que contaminan y esquilman los recursos naturales y la aplicación de medidas de ahorro y eficiencia energética que ayuden a consumir menos son fundamentales para luchar de manera decidida contra el cambio climático.

Esta realidad, que es universal y afecta a todo el planeta, se hace más evidente en un territorio aislado e insular como es el Archipiélago. Máxime cuando, además, tenemos al alcance de la mano los recursos naturales necesarios para avanzar en esta línea y reducir nuestra alta dependencia energética.

Administraciones, empresarios y grupos políticos coincidimos en que es un tema prioritario en el que debemos integrar y coordinar el trabajo de todos los sectores.

Partiendo de esta idea, desde el Gobierno de Canarias nos hemos ocupado de manera intensa en los últimos dos años y medio para conseguir "recuperar el tiempo" y agilizar la implantación en las islas del modelo energético limpio, eficiente y respetuoso que queremos.

Fruto de este trabajo, en los últimos meses se han registrado resultados históricos en materia de renovables. El pasado mes de febrero, El Hierro consiguió cubrir 18 días seguidos su consumo energético sólo con renovables. Unos días antes, el 27 de enero, Gran Canaria alcanzó el pico máximo de producción eólica jamás registrado hasta la fecha, con un 36% del total. Se trata de hechos que, sin duda, suponen hitos muy importantes que nos indican que vamos por el buen camino.

Desde que comenzó la legislatura, restablecimos el diálogo con el Gobierno de España y nos pusimos a trabajar de manera conjunta para resolver los obstáculos que impedían el desarrollo de las renovables y crear, a continuación, un marco específico para Canarias, que recogiese las particularidades de nuestro sistema energético y ofreciese las condiciones necesarias para continuar con el desarrollo de un modelo energético más sostenible y menos contaminante.

En muy poco tiempo, pasamos de un bloqueo de 10 años, en el que la energía eólica en Canarias estaba totalmente paralizada, a convertirnos, el año pasado, en la comunidad autónoma en la que más energía eólica se implantó, gracias al cupo de retribución específica aprobado en diciembre de 2015 para la instalación de 436,3 megavatios en las islas.

De hecho, en Canarias se instaló en 2017 el 100% de la energía renovable instalada en toda España.

A esto hay que sumar el nuevo cupo específico para energía eólica en Canarias que se convocará en marzo o abril, según anunció recientemente el Estado y al que, este mismo año, le seguirá otro cupo específico para la implantación de fotovoltaica.

Al mismo tiempo, y como parte de los acuerdos alcanzados con el Estado, en 2015 conseguimos que Canarias quedase exenta del conocido como impuesto al sol y que el impulso a las energías renovables se incluyese entre las prioridades del nuevo REF económico, que está pendiente de aprobarse en el Congreso.

De manera paralela, también hemos dado pasos importantes para aprovechar otros recursos naturales de las islas y seguir avanzando en la implantación de energía eólica. Hace unos días presentamos, por ejemplo, los primeros Manuales de Geotermia de Canarias.

Tampoco nos olvidamos de las empresas y el sector privado. Desde el Gobierno de Canarias promovemos el autoconsumo con una convocatoria anual de subvenciones para la puesta en marcha de instalaciones de energías renovables cuya producción de electricidad, energía o calor se destine a uso residencial o a instalaciones de administraciones públicas y no se vierta en la Red.

Todas estas líneas de trabajo y actuaciones forman parte de la Estrategia Energética de Canarias 2015-2025. Un documento sumamente ambicioso, aunque posible, cuyo principal objetivo se refiere a la necesidad de alcanzar el 45% de penetración de renovables en 2025.

A lo largo del intenso trabajo desarrollado en estos últimos años hemos contado siempre con las empresas y demás agentes del sector energético, a los que agradezco que hayan estado a la altura, siempre en permanente diálogo con nosotros.

Por todo ello, es necesario mantener la misma actitud abierta, dialogante y constructiva y aprovechar todas las herramientas que están a nuestro alcance, incluida esta nueva publicación que comienza su andadura, para debatir, intercambiar puntos de vista e información y unir esfuerzos para seguir avanzando en el modelo energético sostenible que queremos para Canarias.