Desde algunos sectores sociales y políticos a veces se habla de los campos de golf

Hay bastante falta de información. Debemos tener claro que en Canarias necesitamos dar valor añadido al turista que viene y potenciar atractivos turísticos importantes, como lo es el golf u otros proyectos que ojala se hagan pronto realidad como el Siam Park o el Circo del Sol en Gran Canaria que ha sido noticia en los últimos días. Para quien crea riqueza y mejora el destino tenemos que "ponerles puente de plata" y no obstáculos. Y menos en base a mitos no ciertos. Los campos de golf se riegan, en la mayoría de los casos, con agua reutilizada y no con agua blanca. Además, no consumen muchos recursos de suelo, al contrario, hoy tenemos zonas más verdes y más abiertas gracias a los campos de golf.

Ante la situación energética actual, con la subida de precios, ¿cómo reacciona el servicio del agua?

En Canarias tenemos un enorme reto y es la dificultad de mantener las tarifas de los servicios de agua en su actual estado, sin impactar los precios del mercado de la energía eléctrica que ya para 2020 está por encima de 70 euros/megavatio. Esta alta dependencia de la energía eléctrica, hará difícilmente evitable que su cada vez más elevado precio no provoque un incremento de las tarifas del agua.

¿Qué se puede hacer para evitarlo?

Se trata de definir un plan para reducir la dependencia energética y económica del sector del agua, desligándolo, en la medida de lo posible, de los combustibles fósiles y aportar, en último término, mayor estabilidad a las garantías de suministro y a los precios del agua que pagan al final los vecinos y las empresas. Para ello debemos trabajar por un lado mediante la inversión en medidas de gestión y eficiencia energética, e ir sustituyendo las fuentes de energía convencionales por el aprovechamiento de fuentes renovables asociadas al ciclo integral del agua o a instalaciones vinculadas con los abastecimientos. En este plan es imprescindible el impulso de las administraciones públicas para facilitar, como ya parece que está haciendo el Gobierno de Canarias, la aparición de operadores que faciliten el acceso a energías limpias y más baratas.

Se trata de ser más previsibles

Lo que necesitamos es más seguridad jurídica y equilibrio económico financiero en el medio y largo plazo. Todo pasa por ahí. Otra cosa importante es pedirle a la administración pública que agilice los trámites, porque la burocracia desalienta a cualquiera que quiera invertir. En su día nos hicimos planteamientos de montar proyectos de fotovoltaica y eólica tanto en depósitos como en las cubiertas de una desaladora y no hemos sido capaces de tener los permisos a tiempo.

Contando con la superficie.

Y buenas localizaciones, como Fuerteventura o el sur de Gran Canaria y Tenerife, donde hay horas de sol y viento como pocos lugares. Pero no somos capaces de conseguir la tramitación, algo que debe facilitarse para que la iniciativa privada pueda desarrollarse. El laberíntico entramado que supone en ocasiones la burocracia provoca el desaliento del emprendedor, los proyectos se dilatan y terminan por morir. En esas condiciones por más discurso verde que haya no se llega a ningún lado.

¿Le parece que el binomio agua desalada-energías renovables es el futuro?

Sin duda. El binomio agua-energía en Canarias es tan importante como complejo de gestionar, máxime cuando existen componentes asociados al cambio climático (menor precipitación, variaciones en la temperatura, etc.). Pero ello no debe ser obstáculo para propiciar esa interrelación, si solo actuamos en los procesos sobre los recursos hídricos y no se avanza en los correspondientes a los recursos energéticos, los costes de éstos últimos provocarán que el coste del agua aumente cada vez más.

Hay una cultura muy acendrada alrededor del agua en Canarias, pero a ello debemos agregar una creciente demanda por parte del turista, que pide que el hotel donde se va a alojar sea de gestión sostenible.

Es verdad que esa cultura ha sido importante en las Islas, aunque lamentablemente se ha ido perdiendo. Estoy seguro que mi bisabuelo era más consciente que mi abuelo y mi padre más consciente que yo de la importancia de cuidar un recurso que en nuestras Islas es sigue siendo escaso. Hoy la tecnología nos permite disponer de caudales, pero debemos seguir cuidándolos igual que cuando, con anterioridad a la desalación, su disponibilidad no era suficiente. No olvidemos que la desalación fue un punto de inflexión cuando se instaló en 1973 en Lanzarote, primer lugar en España y toda Europa. La trajeron los lanzaroteños, que son grandes emprendedores, en un magnífico ejemplo de iniciativa privada capaz de identificar una solución, tener la valentía para traerla y a partir de ahí sentar las bases para todo un desarrollo posterior.

Algo de esa cultura tratan de rescatar con la Fundación Acuorum.

Nosotros participamos de esa fundación y traemos más de 1.000 escolares todos los años a nuestras instalaciones para tratar de imbuirles de esa cultura del agua, de la importancia de la eficiencia, porque es algo que no podemos perder. Los padres, al hablar de la historia de esta tierra con los hijos, tenemos que recordarles la relación con el agua y enseñarles a usarla de forma eficiente.

Lo mismo con el turismo.

Es que los turoperadores ya preguntan: "¿Cuál es la huella hídrica y la de carbono de este hotel?". Y ya no solo del hotel, sino cuál será la de mi estancia en vacaciones, de mi destino. La elección de ir a un sitio u otro puede decidir unas vacaciones, esas son las nuevas demandas, a eso son sensibles.

Cuando se habla de turismo, es difícil el acuerdo.

Posicionarnos como destino respetuoso con el medio ambiente pasa por que se crezca y tener mejor producto. La colaboración público-privada ha permitido que surjan grandes cosas, por eso, si se facilita la inversión privada y se cuenta con el impulso de la inversión pública podremos posicionarnos como un destino smart, a través de la tecnología y la sostenibilidad. Nos diferenciaremos de otros destinos, sobre todo, de esos que se llaman destinos competidores, como el norte de África.

Los hoteles han hecho su trabajo.

Efectivamente, pensemos en que la dotación -el consumo de agua por habitación- rondaba los 350 litros por turista/día y hoy los hoteles son capaces de tener una dotación por debajo de 200. Son muchos clientes nuestros y me consta que se han puesto las pilas para hacer de este un destino tan sostenible como puede ser Finlandia o Noruega. Es un atractivo más para el turista y puede ser una plataforma para crear una industria desde Canarias para exportar.

Curioso ser parte de un negocio donde uno no quiere vender más de lo que vende. Si yo vendo coches, pretendo que el cliente me compre no uno sino tres, si es posible. Ahora, en el agua se habla de "consumo responsable" permanentemente...

¡Es una buena pregunta! Pero la respuesta pasa por entender que el agua es un recurso limitado. La única forma que tenemos para garantizar su calidad y cantidad pasa por gestionarla de forma adecuada y eficaz. Nuestro objetivo es ser capaces de prestar un servicio de la forma más eficiente, al menor coste posible al cliente.. Lo que queremos es que el cliente consuma y pague por lo que necesita, no forzar a consumir más, porque ese consumo ineficiente también nos penaliza ya que aumentan nuestros costes en todas las partes del ciclo, hemos de producir más, transportar más y depurar más de forma ineficiente. Y además esa ineficiencia en la producción y la distribución no la podemos repercutir en el precio. Y si la ineficiencia la tiene el cliente, y consume más agua de la que necesita, empeora su percepción del servicio, aumentan las insolvencias, etc. No nos interesa. Queremos que consuman lo que necesiten.

El concepto de grandes clientes se mantiene, de todos modos.

Sin lugar a dudas. Podríamos limitarnos a poner el agua en el contador y que el cliente se encargue de ser eficiente. Pero la mejor forma de atender al cliente, especialmente a los grandes, es un modelo donde lo acompañamos como partner tecnológico en la prestación del servicio, porque nosotros sabemos de agua y le podemos ayudar a ser más eficientes y más competitivos.

¿En qué medida se reflejan las políticas de sostenibilidad en la actividad de Canaragua?

El desarrollo sostenible está integrado en el ADN de nuestro modelo de gestión e implica nuestra forma de entender el negocio. Creemos firmemente que contribuye a generar valor compartido no solo para nuestros accionistas sino para todos nuestros grupos de interés, incluyendo las generaciones futuras. Este planteamiento nos obliga a integrar en nuestra toma de decisiones no sólo las variables económicas que todo negocio exige -como la rentabilidad, inversión, riesgo, etc- sino también tener en cuenta otras variables como los efectos medioambientales, sociales y éticos que van más allá de lo establecido como mínimo legal. Para nosotros, en Canaragua, uno de los ejes principales de nuestra visión directiva en ser conscientes de las consecuencias de nuestras decisiones. Gestionar de manera eficiente los recursos hídricos y contribuir activamente a la preservación del medio ambiente de las islas, la energía sostenible y la lucha contra el cambio climático, a través de la mejora continua del desempeño ambiental del grupo y de la promoción, entre todos nuestros grupos de interés, del respeto por el medio ambiente forman parte de nuestras políticas.

Son políticas que hace un tiempo parecían inimaginables.

Es cierto que ha habido un antes y un después de la "Cop21" de París, conferencia sobre cambio climático donde no sólo los gobiernos sino también las empresas asumimos un compromiso de desarrollo sostenible y de seguir avanzando hacia un modelo de desarrollo sostenible „tanto económico, social como medioambiental, integrando la economía circular como eje vertebrador. Nosotros hemos asumido ese compromiso para ser de esta forma un agente multiplicador en la lucha contra el cambio climático. Es un reto que requiere avanzar, de forma coordinada y global, hacia una economía baja en carbono. Las consecuencias del cambio climático incluyen el aumento del nivel del mar, tan preocupante para un territorio como el nuestro en las islas, fenómenos meteorológicos extremos y cambios en los patrones del tiempo, como por ejemplo los tristes episodios de Baleares de las últimas semanas. Estos aspectos y otros como la sequía, la desertificación, la salinización de aguas subterráneas y de las tierras, exige una respuesta por parte del Gobierno y de las empresas.