¿Cómo se presenta la convivencia entre los diferentes modos de movernos que hasta no hace mucho no existían? Hemos conocido hace un poco un accidente mortal con un patinete eléctrico y quizá surjan conflictos nuevos entre estos modos nuevos de desplazarse en la ciudad.

Los retos de la transformación de la movilidad, aparte de la recuperación del espacio público para el ciudadano, tienen que ver también con la reducción del impacto ambiental, la mejora de la calidad del aire, la contaminación acústica y, también, la accidentabilidad. Habrá una triple transformación: la del espacio y los usos, también la de los valores y la concepción de la propiedad. Tengo una hija de catorce años y su idea de la propiedad del vehículo, de la casa, no es la misma en esas nuevas generaciones que en la nuestra. El vehículo compartido está ahí para eso. Y seguro que vamos a tener que hacer espacios segregados en función del uso: para el transporte público de un tipo, para el peatón otro€ y para los distintos tipos de movilidad individual seguro que también. El conflicto tenemos que resolverlo en un espacio diferenciado para cada modelo de transporte, en función de su tipo y velocidad.

A la luz de testimonios como el de Timothy Papandreou, que estuvo presente en esta jornada, da la impresión de que las ciudades europeas lo tienen más difícil a la hora de adaptarse a estos nuevos marcos, por su origen en trazados medievales, frente a las americanas, con amplias rectas y avenidas

Es el reto. Transformar ciudades que tienen el espacio que tienen y hay que priorizarlo. Y esto no se puede hacer sin la escucha activa y el aprendizaje continuo. Hay que tener valentía para probar cosas, poniendo siempre al ciudadano y su calidad de vida en el centro de la toma de decisiones. La humildad es clave en ese proceso. Es verdad que los cambios ahora suceden muy rápido y quién sabe lo que tendremos que decir y hacer dentro de quince años. Ha de ser compatible tomar decisiones valientes con la escucha activa y el aprendizaje con humildad.

¿Le parece adecuada la intención del Gobierno de retirar los coches de gasolina y gasoil de aquí a 2050?

La gestión del cambio siempre es complicada. La realidad siempre es poliédrica y en este tipo de transformaciones siempre hay que conciliar muchos intereses. Yo no sé si el momento adecuado es dentro de 20, 30 o 40 años, pero el mundo va hacia allí y necesariamente tiene que haber un acompañamiento público de esa transformación hacia el vehículo eléctrico. Debe haber un compromiso por parte de la industria y ahí debe acompañar lo público, de eso seguro, en este cambio.

¿No es arriesgado en este año 2018 especular con qué tecnología habrá en 2040 o 2050?

El I+D y la industria del automóvil tienen fases de investigación, pero debemos pensar cuáles serán esos tiempos para la transición. Hoy creo que es generalizado el consenso de que vamos hacia lo eléctrico, yo no sé si dentro de 20 años tengamos hidrógeno -tal vez sí, o tal vez funcionen con energía solar-, pero hoy por hoy sí está claro que hemos tenido una etapa de híbrido y, todos los fabricantes están trabajando en esta línea, pero el salto hacia el eléctrico va a ser rápido. Había un punto vinculado a la investigación en relación a la autonomía de las baterías y otro que tenía que ver con la infraestructura para la carga. Y creo que estas dos cuestiones se van a superar desde el punto de vista técnico muy rápido y seguro que en los próximos años el eléctrico ganará mucho protagonismo. Estoy muy segura de ello.

¿Qué lugar tendrá el coche autónomo en la ciudad?

La tecnología ha avanzado mucho, pero el vehículo autónomo todavía es futuro, así como el eléctrico ya es presente. Pero seguro que tendrá un espacio. El uso del tiempo se modificará mucho en poco tiempo y esa transformación le reserva un papel importante al coche autónomo; pienso en un coche compartido donde todos podamos ir leyendo sin necesidad de que ninguno esté al volante. Seguramente la hija de mi hija no tendrá carnet de conducir.

¿Qué campos abarca la gestión de Barcelona de Serveis Municipals (BSM)?

Hay una apuesta decidida por la gestión pública de los servicios. BSM tiene una característica muy bonita y es que tiene servicios básicamente del ámbito de la movilidad y de la cultura el ocio y la educación. Pero tienen un foco común, que es mejorar la calidad de vida de la ciudadanos y hacerlo con unos estándares de calidad e innovación que está fundada en nuestra intención de que la gestión pública sea equivalente a excelencia. Somos una empresa de mercado, tenemos autonomía económica y financiera. Damos resultado positivo y hacemos una apuesta por la innovación, como los parkings innovadores, la electromovilidad, aplicaciones móviles que den valor añadido, espacios de cultura y ocio que sean referentes europeos, la democratización de la cultura, la promoción del deporte€ Somos una empresa sostenible medioambiental y económicamente, con la misión de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y la intención de hacerlo desde la excelencia en la gestión pública.

Teniendo en cuenta que en esta ciudad a la que vino a dar su charla, Las Palmas, no lo tiene y Barcelona sí. ¿Cómo se hace para conciliar el transporte rígido, guiado, como el tranvía, con el resto de opciones?

Está el debate sobre qué tipo de transporte es mejor en cada caso, y es un debate bastante técnico. En función de su capacidad, de la velocidad, del diagnóstico y de la necesidad a cubrir hay que valorar si se prefiere un transporte más flexible, más económico o más adaptable o si tiene sentido establecer una estructura fija con mayor capacidad, pero que condiciona el espacio a largo plazo y con unos costes de instalación y mantenimiento muy altos. Depende de todos esos factores, esto no se puede extrapolar de un caso a otro ni generalizar. Depende de cada ciudad para que la solución sea una u otra.

Los patinetes eléctricos. ¿Tienen un lugar en el futuro de las ciudades, falta regulación simplemente?

Tienen un lugar en el presente, pensemos que en Barcelona se ha revelado como un modo de transporte individual barato, sostenible, muy compatible con la nueva concepción de la intermodalidad. Podremos ir en nuestro coche privado hasta un parking donde cogemos el metro o el autobús y luego hacer la última milla con el patinete. Por lo tanto, seguro que va a ser parte de la movilidad en las ciudades, no hay dudas. Junto con otros modos similares, también.