La industria de la animación dibuja su futuro en Canarias

El sector despunta con más de una decena de estudios entre Gran Canaria y Tenerife con ganancias millonarias

Ilustración de platano.

Ilustración de platano. / LP / DLP

Enrique Diego no sabía muy bien qué hacer cuando en 2012 inició una carrera de fondo junto a José Díaz y Dani Hernández. En aquellos años, presos de las turbulencias económicas de la crisis financiera que aconteció en 2008, parecía el momento menos propicio, y el más efectivo por impensable, para iniciar un proyecto que se alejara de las convenciones y, sobre todo, no dependiera de la contratación directa de una empresa que tuviera que reducir su plantilla. Entonces, nació Perruncho Studio, cuyo símbolo es un canino mestizo siempre dispuesto a meter su hocico en cualquier tipo de andanza alocada. Un personaje que se adhiere a un universo en el que prolifera la fauna marina de Baby Shark, la familia de conejos azules de Brave Bunnies, las tramas oscuras de la criminal Jinx de Arcane, o Elly, un elefante rosa, que siempre sale al rescate de Pocoyó. Un mundo ficticio que augura un mercado de diversificación en Canarias más allá del turismo: la animación.

El sector audiovisual ha sido un motor económico pujante a lo largo de la última década en Canarias con cifras históricas que han supuesto 155 producciones y unos 98 millones de euros solo lo largo de 2021. Entre los ámbitos que abarca, hay un apartado que llama especialmente la atención, como lo es la animación. Un camino que lo iniciaron los cineastas aficionados en la década de los 90 y tuvo variados y complejos ejemplos de despunte a principios de la década de los 2000 con cortometrajes como Podría ser peor, de Damián Perea, la serie Las aventuras de Carlos Orugo, de Guillermo Bueno, o el mítico Machango Studio que lanzó Jonás y las aventuras imaginarias, ideado por Juan Carlos Cruz, Pedro Carballido y Chedey Reyes.

«No había profesionales de la animación y, los pocos que había, estaban en la península o en el extranjero, pero ahora están regresando»

Gracias a los incentivos fiscales que deducen entre el 45 y 50% las inversiones, Canarias se promociona y atrae rodajes de imagen real tanto nacionales como internacionales, lo cual propicia la actualización de las infraestructuras, ya sea el estreno de los platós públicos del Cabildo de Gran Canaria con miles de metros cuadrados y tecnología punta para los requerimientos de las compañías o la búsqueda de paisajes que proponer a los localizadores. La apuesta por mejorar las condiciones por parte de las instituciones también abarca la animación, cuyo modelo se caracteriza por un empleo estable y la ubicuidad digital que permite realizar y completar proyectos de largo recorrido en un mismo sitio.

«Nuestro caso es diferente a otras empresas: somos una compañía pequeña y no nos hemos beneficiado de los incentivos fiscales, pero sí de de forma indirecta de este tejido empresarial, como las ayudas al mercado, a producciones o el acceso a charlas y cursos, que nos permite especializarnos en animación 2D y stop motion», indica Enrique Diego, el director creativo de Perruncho. A mayor concentración de competencia, más difícil es conseguir fondos en los concursos. A pesar de ello, afirma que la cartera de clientes se va ampliando con encargos de locales y nacionales que abarca tantos vídeos divulgativos para espacios museísticos, videoclips musicales o, a su vez, dan cabida a ideas propias como el multipremiado cortometraje Minotauro, donde reinterpretan el mito clásico. La versatilidad de funciones es lo que abunda en su estudio y da que alimentar a este equipo pequeño que, entre otras cosas, valora que el coste de vida sea barato en comparación con otros núcleos urbanos, el clima y la socialización con los autóctonos como otros factores indispensables por las que haber dejado atrás la península.

Las islas capitalinas

«Si no hubiera habido esta apuesta decisiva por la animación por parte de las instituciones públicas, no existiría este ecosistema de empresas», mantiene. Como consecuencia, está la creación de oportunidades para los estudios, como les ocurrió a ellos al ganar el premio a Mejor Proyecto de la Aceleradora Canaria de Cine en su última edición con La Danza. El largometraje de animación para adultos estará ambientado en el siglo XVI y contará las rocambolescas averiguaciones de Sebastian Brant, cronista de Estrasburgo, quien investiga una epidemia que hace que los habitantes de la ciudad bailen y bailen, hasta la muerte, «es una historia que tiene sus espejos para tratar ciertos temas que hemos vivido y será interesante para reflexionar». En referencia a la convocatoria, explica que «la Aceleradora te da una visión externa del sector, te aconseja y guía junto a los profesionales invitados que te asesoran», además de proporcionar 1.200 euros para la bolsa de viajes que facilitará la participación en mercados internacionales durante 2023. Citas ineludibles para conseguir financiación en las que Canarias no pasa desapercibida: «Cuando vamos a mercados, saben que somos uno de los sitios más potentes de la industria». Muestra de ello es el talento que se emana, al estilo del corto La Prima Cosa, seleccionado en el catálogo Canarias en Corto y dirigido por Omar Al Abul y Shira Ukrainitz, que ha sido nominado como Mejor Cortometraje de Animación en los Premios Goya de este año.

El despunte de toda la maquinaria es apoyada por festivales de largo recorrido como los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana, en Tenerife, y Animayo, en Gran Canaria, el cual califica en la carrera de los Premios Oscar dentro de la categoría de animación. Ambos posicionan al Archipiélago en el panorama y traen intercambios creativos y comerciales a un entorno proclive a la expansión. El informe La industria española de la animación y de los efectos visuales, realizado por la Federación de animación y efectos visuales (Diboos) en 2018, asegura que hay más de 250 empresas dedicadas al ámbito ubicadas, en general, entre Madrid y Cataluña. A pesar de ser solo un 4% del sector audiovisual, genera un 20% de empleo y resulta ser el 9% de la facturación total del mismo.

Por estas latitudes, las islas capitalinas son las que lideran la carrera, sin que haya presencia de estudios en las demás. La Gran Canaria Film Commission notifica que las producciones fueron en el siguiente orden: pasó de haber una serie tanto en 2017 y en 2018; a, de repente, ocho en los años 2019 y 2020; rápidamente, subió a 14 en el año 2021; y cerró con 17 producciones de animación en 2022. Entre ellas, está Cuquin, Shark Academy (T4), Increditales, Plum La Súper Bruja, Robofuse, Miliki Family, Tulipop (T2), Carcity (T4), Pocoyó y Arcane (T2). Traducido en impacto económico y de personal, gradualmente, sería: 1,5 millones de euros con 23 trabajadores en 2017; 2,5 millones y 38 empleados en 2018; otros 2.138.214 millones y 93 profesionales en 2019; luego, 4.599.000 millones y 155 personas en 2020; subiendo a 6.318.000 millones y 214 individuos en 2021; y, finalmente, rebasó los 9 millones de euros en 2022 con 281 trabajadores. En el último período, subrayan que hay un 50% de talento local del que un 25% se ha beneficiado de la formación impartida por la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC).

«Si no hubiera habido esta apuesta decisiva por la animación por parte de las instituciones públicas, no existiría este ecosistema de empresas»

Por su parte, la Tenerife Film Commission facilita las siguientes estadísticas que reafirman el buen ritmo. En el año 2017, hubo tres producciones, dos series y una película que fue Tadeo Jones 2; al tiempo que en 2018 dio el salto a las nueve producciones; luego, en 2019, descendieron a cuatro —de nueva creación, lo cual no significa que estuvieran las anteriores en fase de desarrollo—; y en 2020, pandemia de por medio, hubo otras dos nuevas; luego, se volvió a recuperar el pulso en 2021 con 11 títulos; y falta por confirmar las de 2022, a la espera del cierre de informes de la oficina técnica. Entre ellas, destaca, Space Jam: A New Legacy, Nina & Olga, Pettson and Findus (T3), MeteoHeroes, Disco Dragon, Robot Trains (T3), The BeatBuds. Let’s Jam!, Cleo (T3), Momonsters (T2), o ARPO. The robot.

La traducción en impacto económico es que, desde 2018, ha habido un incremento desde los 6.367.617 millones de euros, a los 9 millones de 2019, bajando apenas a los 8.722.828 millones en 2020; y rompiendo la barrera con 15.197.739 millones de euros en 2021. Ello revirtió en el empleo directo de 505 trabajadores que, según la Film Commission, supone el 14% del sector audiovisual en su territorio.

Más formación

Entre las dos, hay un total de 14 estudios instalados en Canarias. La vertiente oriental tiene a Anima Canarias, de Madrid y México; Amuse Animation, Big Canaria y Fortiche Production —encargada de la serie Arcane que adapta el videojuego League of Legends—, las tres con procedencia en Francia; y Koyi Talent, desde Madrid. Mientras que la cara occidental cuenta con B-Water Studios, venida desde Alemania; In efecto Atlantis y La Créme Films, de origen galo; Glaboo Studios o Mondo TV Studios, radicados en la provincia santacrucera; Tomavision, con conexión a la ciudad Condal; y 3 Doubles Producciones, que cuenta con la nominación a Mejor Película de Animación de los Goya con los misterios de Inspector Sun y la maldición de la viuda negra.

Sin embargo, el Libro Blanco de la Formación 2022 de Diboos, estima que el 42% de las empresas declaran tener dificultades para contratar profesionales con los parámetros exigidos. Puestos como animador 3D y 2D, intercalador, modelador 3D, grafista digital, generador de espacios virtuales o técnico de efectos especiales 3D, son los más demandados. Sin embargo, ¿a dónde van los futuros expertos? La oferta educativa se centra en la formación profesional a través de los ciclos superiores mientras que, a mayor especialización, ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla son las que acumulan los títulos universitarios. En la actualidad, el Archipiélago ofrece opciones en el Centro Superior de Formación Europa Sur (Cesur-Las Palmas) y en el CIFP César Manrique, además de la Escuela de Arte Fuerteventura y las sedes de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Gran Canaria y Tenerife.

Darío Sánchez, CEO de 3 Doubles Producciones, barajó en 2017 instalar la empresa en Madrid, dada la facilidad de contratación y los propios beneficios de encontrarse en la capital del país. Barajó a su vez la comunidad de Navarra, que goza de incentivos fiscales casi igual de atractivos, «pero, al final, la decisión fue sencilla porque hablamos con los artistas de otras empresas y recibimos una avalancha de peticiones en las que decían que querían venir aquí; eso, y con la ayuda de la Film Commission, nos hizo apostar por Tenerife». La filosofía del ente recoge la quintaesencia del espíritu canario: ir al golpito. Empezaron con una veintena de empleados y, ahora mismo, son más de 100 personas distribuidas en 15 departamentos tras seis años en el que han captado a personal capacitado en proyectos como Planeta 51, Las aventuras de Tadeo Jones, Klaus o Black is Beltza.

«Lo bueno de la industria de la animación, al contrario que la imagen real, es que son trabajos estables en el que la mayoría de los perfiles tienen un sueldo asegurado durante 10 meses, al que luego van enganchando otras producciones. Nuestra calidad ha ido progresando, lo que nos ha permitido formar talento en las Islas y que se vaya asentando», añade Sánchez. La Formación Profesional Dual y el Programa Ponos de inserción de empleo del Gobierno de Canarias, entre otros, son elementos clave para intentar soslayar la demanda de experiencia. «Al principio, no había profesionales de la animación y los pocos que había estaban en la península o en el extranjero, cuando ahora están regresando a las Islas porque ya hay un afianzamiento», expone. «Hemos ido formando a gente que ahora son senior y tienen un recorrido bastante amplio», estima que un 40% de la plantilla corresponde a talento local.

La madurez del estudio es palpable. Por ejemplo, a raíz del trabajo realizado con el Inspector Sun, tuvieron que someterse a una auditoría porque había un cliente alemán que no se creía que manejaran esa calidad técnica con los presupuestos ofrecidos, comenta divertido. ¿El secreto? Invertir con altura de miras. «Hacemos bastante investigación y desarrollo de nuestro pipeline, la herramienta que determina la forma de trabajo del estudio para que los artistas estén enfocados en su labor creativa, y tenemos un equipo de desarrollo solo para eso», indica. En paralelo, están implantando mejoras basadas en inteligencia artificial que, poco a poco, tal y como mantienen, seguir mejorando las aptitudes del estudio en un ambiente en el que las novedades tecnológicas están a la orden del día. El programador, que empezó diseñando videojuegos con apenas 10 años, se encandiló con las películas de Pixar y no cejó hasta conseguir ser parte de las fantasías que plagan las memorias de la infancia.

El director del estudio de animación tinerfeño fue presidente de la Asociación Canaria de Empresas y Profesionales del sector de la Animación, el Videojuego y los Efectos Visuales (SAVE), en donde pedían un mayor diálogo entre la parte empresarial y la institucional, aparte de mayores esfuerzos en educación. Por ejemplo, entre las iniciativas que plantearon estaba la creación de un máster experto en la Universidad de La Laguna. Sin embargo, tanto la pandemia del coronavirus como la solución de varios de los requerimientos, ha hecho que la asociación haya parado su actividad. «Habría que redefinir los objetivos de la Asociación, aunque las exigencias pasan ahora, a nivel nacional, por incrementar las ayudas al desarrollo para la ideación de guiones, teaser, o visitas a mercados internacionales para vender esas propuestas, y, por otro lado, conseguir financiación, independientemente de ser elegido por Televisión Española. Al final, las empresas extranjeras terminan produciendo ese talento español, así que espero que no seamos un país de servicio como otros, sino que produzcamos audiovisual de calidad porque, en realidad, hay poco, si nos comparamos con Europa o, por supuesto, Estados Unidos», advierte.

La firma autoral parece ser la próxima meta que ha de alcanzar la animación. Una fuerza creativa y económica que ya se expande desde Canarias al mundo.

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  • El ejercicio de 2021 concluyó con un impacto económico de 15.197.739 millones de euros en Tenerife y, por parte de Gran Canaria, 6.318.000 millones de euros. En total, más de 21 millones de euros, con un total de 25 producciones, que revirtieron en el mantenimiento del empleo de las empresas ubicadas en la comunidad autónoma. 
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  • Con estas inversiones millonarias, los equipos de animación se han ido ampliando paulatinamente. En términos totales, el año 2021 cerró con 719 empleos registrados por la Tenerife Film Commission y la Gran Canaria Film Commission. Un paso adelante en un sector que suele ser muy estacionario y dependiente de la concatenación de proyectos audiovisuales.
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  • A la vista de las ventajas fiscales, las condiciones climatológicas y el robustecimiento de la industria audiovisual en las Islas, hay interés por venir y sostenerse desde Canarias. Al cierre del año 2021, las oficinas de las Film Commission registran 13 empresas de animación con sede en Gran Canaria y en Tenerife. 

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