Desabastecimiento de fármacos en Canarias

Así afronta Canarias la falta de medicinas

Canarias trata de mitigar los problemas de suministro de más de 700 fármacos que son casi imposibles de encontrar en las boticas afianzando la relación entre la farmacia y los centros de salud

Llega a España un nuevo fármaco contra la obesidad

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Verónica Pavés

Verónica Pavés

El desabastecimiento de fármacos se ha convertido en un problema sanitario recurrente en Canarias. Francisco lleva varios días en pleno peregrinaje para encontrar un medicamento. El paciente vaga por las calles de Lanzarote de una farmacia a otra en busca del fármaco concreto para regular la tensión que le ha recetado su médico. Pero sus esperanzas se reducen cada vez que se adentra a una nueva farmacia. Tras recibir varias negativas, a regañadientes, regresa a su centro de salud, esta vez con un fuera de hora para intentar conseguir que su médico le recete una alternativa. Su caso no es aislado.

El Archipiélago, sin embargo, no es la única región abocada a sufrir la falta puntual -pero constante- de medicamentos. El desabastecimiento de fármacos es un problema mundial que, además, no tiene visos de solución a corto plazo. Así, mientras la Unión Europea trata de garantizar el suministro en su territorio, el sistema sanitario canario se ha visto obligado adaptarse a la situación para de facilitar a los pacientes una alternativa sin necesidad de obligar al paciente a vagar sin rumbo de una farmacia a otra. 

«Ocurre periódicamente», sentencia Ignacio López, Jefe Servicio Uso Racional del Medicamento y Control de la Prestación de la Dirección General de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud (SCS). Matías Fonte-Padilla, decano del Colegio Oficial de Biólogos de Canarias (Cobcan), incide en esta idea: «a veces puede haber un desajuste de algún medicamento y se produce una rotura del stock».

Los problemas de suministro de medicamentos a las farmacias llevan años suponiendo un quebradero de cabeza tanto para los profesionales como para los pacientes. Aunque en principio no debería ser más que una molestia para los usuarios que deben pedir una alternativa terapéutica a su médico, si el problema se prolongara más de lo necesario podría llegar a convertirse en un problema de salud. 

Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), a día de hoy total de 737 presentaciones de medicamentos sufren algún problema de suministro, lo que representa el 2% del total de medicamentos aprobados en España. En su mayoría, los problemas son menores y fácilmente solucionable. «No supone un gran problema porque será algo puntual y porque suele haber un medicamento alternativo», indica Fonte-Padilla. Gran parte de estas presentaciones se pueden intercambiar por otro fármaco con el mismo principio activo, con otra presentación (en pastillas en lugar de efervescente) o con un genérico. Pero esta solución no es siempre posible. Hay ocasiones en las que la falta de suministro es tal que los servicios sanitarios se ven obligados a limitar su prescripción o hacer pedidos para pacientes específicos al extranjero. Sin embargo, en la mayoría de casos, los problemas suelen ser puntuales y no generan más que algunas molestias para los usuarios. 

Distintos motivos

La falta de suministro de un medicamento puede ocurrir por motivos muy diversos que López agrupa en tres grandes bloques: producción, fabricación y lotes. En su mayoría se deben a los inconvenientes que pueden surgir en los procesos de fabricación. «El proceso de fabricación de un medicamento es muy complejo, con numerosos pasos y con extremas medidas de calidad y seguridad», indica Fonte-Padilla. Además, con la globalización, Europa ha decidido descentralizar las principales fábricas químicas responsables de tratar los principios activos que componen los fármacos en el exterior. Por ejemplo, las principales fábricas de compuestos tan comunes como Omeprazol o Ibuprofeno se encuentran repartidas entre China e India. Esto quiere decir que cuando una de estas fábricas sufre problemas técnicos o se ve obligada a cesar la producción por el impacto de una catástrofe natural, como un huracán o un incendio, la distribución de estos fármacos se resiente en todo el planeta. 

Con la irrupción de la pandemia, Europa se dio de bruces con la realidad: este modelo es frágil y además, irá a más. «Cada vez utilizamos más medicamentos por persona y día, lo que supone que anualmente se va incrementando la producción y distribución. Es posible que en este crecimiento exponencial se produzcan algunas roturas de stock, alterando la normal distribución de alguno de ellos en concreto», asevera el biólogo. 

Así, en 2022, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) creó el Grupo Directivo Ejecutivo sobre Desabastecimiento y Seguridad de Medicamentos, que elevó por primera vez los problemas de suministro de medicamentos al máximo nivel estratégico. El objetivo: paliar la falta de suministro con la vista puesta en asegurar la disponibilidad de antibióticos para el invierno. «Hay un programa de la Unión Europea para buscar una mayor independencia en la producción de fármacos», explica López, que incide en que Europa se nutre de una industria muy «deslocalizada». 

En este sentido, la Estrategia Farmacéutica para Europa, creada del 25 de noviembre de 2020, pretende crear un marco regulador orientado al futuro y apoyar a la industria en la promoción de la investigación y las tecnologías que llegan a los pacientes para satisfacer sus necesidades terapéuticas, al mismo tiempo que se tratan las deficiencias del mercado. 

Esta estrategia se asienta en cuatro pilares: garantizar el acceso a medicamentos accesibles y abordar las necesidades médicas no satisfechas; fomentar la competitividad, innovación y sustentabilidad de la industria farmacéutica de la UE; mejorar los mecanismos de preparación y respuesta ante las crisis con cadenas de suministro diversas y seguras; y velar por una voz firme de la Unión Europea en el mundo. 

Pero la progresiva deslocalización de la industria no es el único motivo que puede generar desabastecimiento. Otro de los motivos es el aumento imprevisto de demanda. Cuando se lanzan a fabricar un nuevo fármaco, los laboratorios tienen que hacer cuentas para estimar cuántas personas lo necesitarán durante varios meses o un año. De ahí que la producción se tambalee cuando el fármaco adquiere popularidad en poco tiempo

El antidiabético Ozempic, uno de los fármacos que más escasean.

El antidiabético Ozempic, uno de los fármacos que más escasean. / GERMÁN CABALLERO

Pinchazos adelgazantes

Esto último es lo que ha ocurrido con los famosos pinchazos adelgazantes que se comercializan bajo el nombre de Ozempic. A día de hoy, este fármaco es casi imposible de encontrar en las farmacias canarias. Sus problemas de suministro comenzaron en 2022 cuando adquirió una súbita popularidad.

Este fármaco es un ejemplo paradigmático de una situación que, sin embargo, es muy poco común. El Ozempic se desarrolló para ayudar a las personas con diabetes tipo 2 a controlar su enfermedad que, en buena parte, tiene relación con el sobrepeso. Sin embargo, pronto fue más conocido porque es el primero que ha permitido bajar los kilos de más. Los médicos empezaron a recetarlo para personas con obesidad y sobrepeso. Famosos e influencers se hicieron eco de sus efectos casi milagrosos y solo bastó un par de meses para que el boom de demanda ocasionara un desabastecimiento que sigue arrastrándose dos años después. 

De hecho, a pesar de que se han autorizado otras presentaciones del mismo principio activo, como Wegovy o Saxenda, los pacientes con diabetes tipo 2 se siguen viendo afectados por los problemas de suministro y se han visto obligados a cambiar la presentación de su medicamento por uno de consumo oral. 

La Aemps ha mostrado su preocupación, además, por las malas praxis asociadas a su prescripción y compra. Y es que los servicios de inspección de las comunidades autónomas aseguran haber hallado prescripciones que no están contempladas en su ficha técnica o que no cumplen las indicaciones de las autoridades competentes, así como casos en los que se dispensa Ozempic sin receta.

Hay otras razones para el desabastecimiento que, sin embargo, tienen menos impacto y que suelen afectar a los lotes. En los últimos años, la subida de precios de algunas materias primas, como el aluminio con el que se fabrican los blísteres, han llegado a ocasionar la falta puntual de algunos medicamentos.

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