Entrevista | Guillermo Morales Doctor en Geografía y Catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid

Guillermo Morales: «No acrecentemos los ejemplos negativos, sino las buenas ideas»

El Doctor en Geografía y Catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid considera esencial plantear prioridades en el desarrollo urbanístico de las islas capitalinas

El catedrático y doctor en Geografía Guillermo Morales.

El catedrático y doctor en Geografía Guillermo Morales. / José Carlos Guerra

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Santa Cruz de Tenerife

El investigador y profesor grancanario Guillermo Morales ha centrado su carrera en el estudio del urbanismo, la ordenación del territorio, el turismo, el medio rural y las implicaciones territoriales de las actividades económicas. En la actualidad, el también catedrático de la Universidad Carlos III destaca la necesidad de que, en Canarias, se reparta la riqueza y se establezcan las prioridades urbanísticas de las dos islas capitalinas, cuyo desarrollo desorbitado está alcanzando cotas preocupantes.

¿El planteamiento urbanístico y las infraestructuras actuales responden a las necesidades de las islas de Tenerife y Gran Canaria?

Es muy difícil que haya una coincidencia entre aquello que se ha planificado urbanísticamente, lo que se plasma por ejemplo en los planes generales de ordenación urbana, y lo que finalmente se lleva a cabo. Normalmente, nos encontramos ante una coincidencia a la baja, por lo que el porcentaje de cumplimiento de esa proyección es escaso, de un 40 o 50%. El resto corresponde a obras que no están ajustadas al plan, aunque se legalizan, o actuaciones que no están contempladas pero que tienen interés para la ciudad.

Esa realidad isleña, ¿no difiere mucho entonces de lo que sucede en el resto del país hoy en día?

Exacto. En la pauta, no son innovadoras. Los grandes municipios tienen unas metas recogidas en sus planes generales pero difícilmente existe un lugar que haya completado todos los requerimientos o proyecciones de su red urbana.

¿Cuáles son los aspectos más acuciantes en las dos islas capitalinas en lo referente al incumplimiento de los planes generales?

Sobre todo se trata de las expectativas relacionadas con las primeras necesidades a nivel demográfico, puesto que la población está creciendo a un gran ritmo. La planificación debe prever cuáles serán las necesidades en viviendas públicas y privadas. También es importante hablar de las zonas verdes, las infraestructuras viales y, en el caso de las islas capitalinas, abordar la necesidad de desalar el agua. Al contrario de lo ocurre en cualquier otra ciudad de la Península, tenemos una gran dependencia en cuanto a la desalinización de agua. La planificación tiene que ir siempre por delante de las necesidades de la sociedad pero eso, en la mayoría de las casos, no se está cumpliendo.

«La planificación tiene que ir siempre por delante de las necesidades de la sociedad»

Uno de los grandes retos a los que se enfrentan las dos islas capitalinas es la sobrepoblación, un tema que usted ha abordado en diferentes ocasiones para alertar sobre la necesidad de tomar medidas al respecto.

A pesar de que nos encontramos ante una comunidad autónoma única, existen tres realidades diferentes, dependiendo de las islas de las que hablemos. Tenerife y Gran Canaria sufren la superpoblación, donde se está produciendo un incremento llamativo de la población. Lanzarote y Fuerteventura están copiando poco a poco ese modelo de las islas capitalinas. Por último, La Palma, La Gomera y El Hierro están más compensadas en cuanto a la población. En el caso de La Palma, por ejemplo, nos encontramos con un equilibrio demográfico. Así que existen modelos totalmente diferentes dependiendo de las islas, en las que también hay que analizar su desarrollo desde el punto de vista histórico. Los ritmos de crecimiento de población de Tenerife y Gran Canaria en los últimos 24 años son insostenibles. No se puede soportar que Canarias aumente la población en 20.000 personas cada año. Además, contamos con un crecimiento natural de la población negativo, porque muere más gente de la que nace, pero la población continúa creciendo porque en las últimas dos décadas han migrado a las Islas 300.000 extranjeros. Mi preocupación es que no ha habido una planificación adecuada para recibir a esa cantidad de extranjeros, y aún más teniendo en cuenta la conectividad de la que disfrutan las Islas, que hace que seamos un lugar sumamente atractivo para personas de todo el mundo. Se deben establecer mecanismos de control para esa población que viene de vacaciones, como hacen ya muchos lugares del mundo, como Menorca, Malta, Hawái, Reunión o Islandia. No soy nada apocalíptico, porque todas las cosas se pueden corregir.

¿Cuál sería la medida que primero habría que poner en marcha para revertir esa situación?

Hay que iniciar un diagnóstico. Pero no lo pueden hacer los políticos, porque ellos no están capacitados. No se puede invocar únicamente al desarrollo sostenible como si fuera el maná.

Guillermo Morales.

Guillermo Morales. / María Pisaca

En cuanto a ese reto demográfico, ¿existen actualmente ciudades en Tenerife o Gran Canaria que estén mejor preparadas?

Rotundamente no. Las ciudades y sus regidores, en la mayor parte de los casos, no están preparadas para este golpe que supone el aumento de la población que está teniendo lugar actualmente. El parque de vivienda no es suficiente. La estructura de apoyo sanitario está pensada para la realidad del año 2000 y eso se nota cuando uno va al médico, tanto del sistema público como privado. Hay una presión clara sobre el territorio y sobre los servicios que indica que la calidad de vida está menguando.

Mientras los servicios básicos comienzan a estar saturados, el sector turístico, que es el motor económico de Canarias, ¿se encuentra en buenas condiciones?

Efectivamente se trata del motor económico, lamentablemente. Pero tenemos que luchar para que no sea el único. A pesar de las dificultades del terreno, antes podíamos subsistir con la autoproducción. Sin embargo, ahora mismo, el 90% de los productos que consumimos en Canarias son importados. En esas cosas es en las que hay que intervenir. No podemos permitir que nuestro sector agrícola esté abandonado. El sector platanero fue el que dio plasticidad a nuestros paisajes agrarios durante años, pero esos lugares están siendo invadidos por la planta residencial, debido a la tendencia de trasladar la residencia a la periferia, y eso está generando un problema, expandiendo la ciudad al conjunto de la isla. Todo eso conlleva una amenaza muy seria sobre los espacios naturales protegidos, que están sufriendo una fuerte presión por parte de la población local y de la extranjera, y que ocasiona una importante incomodidad que va a salir a la luz, sobre todo, en las segundas o terceras fidelidades del turismo. Canarias está perdiendo tranquilidad.

«El sector platanero dio plasticidad al paisaje, que ahora está invadido por las residencias»

En su libro Islas Canarias, territorio y sociedad, habla de los costes, retos y límites del modelo canario. ¿Cuáles serían los primeros pasos que habría que dar en este sentido para empezar a trabajar hacia un futuro mejor?

Lo primero que hay que hacer es sentarse a hablar. Los políticos han de ser conscientes de que este modelo no va a durar siempre, por lo que hay que examinar cuáles son los peligros del modelo económico y social actual y apostar, pero de verdad, por un desarrollo sostenible, que es sinónimo de ralentizar el crecimiento. Por supuesto, sin crecimiento no vamos a ningún sitio pero, por favor, han de ser porcentajes muy bajos, no crecimientos explosivos.

En cualquier caso, no se trata de una visión apocalíptica, porque en islas como Tenerife o Gran Canaria hay espacio para todo, para el desarrollo de grandes urbes, para espacios destinados al turismo y para el sector primario.

Claro, lo primero es identificar las amenazas sobre el modelo que tenemos implantado porque debemos ser críticos, y es un hecho que, en islas como Tenerife y Gran Canaria, somos muchos porque la población ya no está bien atendida. No podemos acrecentar los ejemplos negativos, sino las buenas ideas, y exportarlas desde lugares que han sufrido lo mismo que nosotros. En Hawái se colapsó el turismo y han sabido reconducirlo. En Cerdeña las cosas se han sabido hacer bien y en Menorca, también. Así que, desde el poder, se debe dar una respuesta lógica y analizada que pase por el turismo, obviamente, pero que no solo se centre en los aspectos económicos, sino en términos sociales y también paisajísticos. Nuestro territorio, tan fragmentado y tan distante de la metrópolis, nos hace mucho daño y hay que tener eso en cuenta.

«Hay que apostar por un desarrollo sostenible, que es sinónimo de relantizar el crecimiento»

A partir de ese diagnóstico, ¿cabría plantear soluciones y un desarrollo conjunto para las dos islas capitalinas, o sus características hacen necesario un trabajo individual para cada una de ellas?

Deben ser conjuntas, de hecho, y son urgentísimas. Hay que formular reglas de convivencia en el ámbito económico, social y territorial para todos, pero especialmente para las islas de Tenerife y Gran Canaria, y para que Lanzarote y Fuerteventura no sigan el camino de las islas capitalinas.

Al reto demográfico se le suma el reto sostenible. ¿Cómo se está trabajando en ese sentido en Tenerife y Gran Canaria?

En toda Canarias se está emulando lo que se hace en Tenerife y Gran Canaria, y para mí eso es un error. Tenerife cuenta con una gran circunvalación que atraviesa toda la isla y eso se está intentando hacer también en Gran Canaria. Para mí ese es un modelo equivocado. Invocando al desarrollo sostenible, en los últimos años no veo ninguna medida realmente sostenible. Todas estas medidas terminan quemando el territorio.

«Las soluciones urbanas deben ser conjuntas, y son muy urgentes, para formular reglas de convivencia»

«Las soluciones urbanas deben ser conjuntas, y son muy urgentes, para formular reglas de convivencia»

¿Qué exportaría usted de Gran Canaria a Tenerife, y a la inversa?

En Tenerife funciona muy bien el Loro Parque que viene a responder al concepto de actividad complementaria del turismo. Se realiza una reproducción de la naturaleza y es más que necesario para que no todo sea turismo de sol y playa. En Gran Canaria no hay actividades complementarias de la calidad de Loro Parque. De Gran Canaria se podría exportar a Tenerife la cohesión empresarial. Pero no se trata de copiar de una isla a otra, sino de sacar lo mejor de cada una de ellas, y que lo bueno se comparta.

Tracking Pixel Contents