"El asunto catalán no puede seguir frenando el avance del resto de comunidades". Así de categórico se mostró ayer el presidente del Ejecutivo regional, Fernando Clavijo, respecto a la actual situación política de Cataluña. El jefe del Gobierno canario lamentó que tras ocho meses de tensiones, el país se encuentre "en el mismo punto de partida".
El mantenimiento de la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española en Cataluña y el anuncio del bloqueo al nuevo Gobierno de la Generalitat ha sumido al país en un nuevo desafío. Clavijo confesó haber enviado una felicitación al nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la que manifestaba su esperanza de que su elección "abriera una nueva etapa para restaurar la vía del diálogo". En ella, el presidente canario deseaba que se alcanzara ese escenario para que el Gobierno central y todas las comunidades autónomas pudieran, "al fin", recuperar la normalidad en sus relaciones. "Entiendo que todos debemos sumar para que una iniciativa unilateral no suponga un obstáculo para el resto de los territorios del Estado", afirmó.
Pero los últimos acontecimientos que han sucedido demuestran, a su juicio, "que no hay voluntad de avanzar hacia la solución sino hacia el enfrentamiento".
El jefe del Ejecutivo regional cree que el procés vuelve a la casilla de salida porque tras ocho meses el país continúa en el mismo punto de partida "por la incapacidad de unos y otros para sentarse a hablar, para trazar un plan conjunto". Esta situación, indicó, aboca al resto de regiones españolas, que en conjunto suman casi 39 millones de ciudadanos, "a una parálisis injusta" que limita las oportunidades para crecer, crear empleo y avanzar. "La irresponsabilidad de unos y otros no sólo la están pagando los catalanes, la estamos pagando quienes desde fuera estamos asistiendo a una lamentable obra de teatro en la que las cuentas electorales pesan más que la razón", aseguró.
Para tratar de solventar esta situación y devolver a Cataluña a la normalidad, Clavijo apeló al diálogo y demandó un frente común para hacer frente a quienes apuestan por la fractura y la división.