Se cumplen 110 años del nacimiento de una de las cabeceras de referencia en la prensa regional, el periódico LA PROVINCIA y este hito es ya, de por si, una buena noticia. En una sociedad cambiante y en constante evolución, haber conseguido mantener durante más de un siglo su cita con los canarios, puntuales coyunturas aparte, es un logro sin duda reseñable.
LA PROVINCIA se ha convertido en este tiempo en notario de los más relevantes aconteceres de nuestra sociedad canaria, desde la división provincial de nuestra región en contra de la capitalidad única de Santa Cruz de Tenerife, razón de ser de su nacimiento, hasta el momento actual dominado por la convulsa crisis socio sanitaria que esta pandemia del Covid 19 nos ha traído, eso si, pasando por otros acontecimientos de singular relevancia como la creación de nuestra querida ULPGC o más recientemente el fenómeno de la inmigración en Canarias.
Pero LA PROVINCIA, no solo ha cumplido en este tiempo con el deber de informar, si no que además lo ha hecho asumiendo importantes procesos de cambio y evolución interna, como la fusión con su otra cabecera hermana Diario de las Palmas, y la creación de la empresa matriz Editorial Prensa Ibérica o posteriormente la creación del Club La Provincia lugar de debate y encuentro de la sociedad canaria.
Llegados a este punto, donde casi sin darnos cuenta hemos intercalado el tacto del papel entre los dedos con el de la fría pantalla de cristal del móvil, nuevos retos se adivinan en el horizonte, en lo que estoy seguro está siendo una autentica revolución en el sector. Los propios cambios en los hábitos de consumo de los lectores/as, que se relacionan y gestionan a través de la pantalla de su teléfono y que la coyuntura socio sanitaria ha potenciado y acelerado, la inmediatez de la noticia que amenaza el análisis sosegado y reflexionado, el fenómeno de las fake news que ha vuelto común algo que debería ser excepcional, el desmentido o la corrección, incluso la propia gratuidad de los contenidos en la web, suponen toda una transformación en el modelo de negocio y en el oficio del periodismo.
Estoy seguro que LA PROVINCIA seguirá dando cumplida respuesta a todos estos retos, para seguir acudiendo puntual a su cita con los canarios y canarias, generando debate y opinión, como hasta ahora. Informando, luego existiendo.
Toca felicitar a todos los trabajadores que lo han hecho y lo hacen posible, redactores, periodistas, gráficos, y directivos, pero también anunciantes y comerciales que estoy convencido seguirán contribuyendo para que LA PROVINCIA continúe al menos, un siglo más.
