Tras casi cuatro décadas de dictadura, Canarias y el resto del país celebraron en junio de 1977 su primera cita con las urnas con la convocatoria para elegir las Cortes Constituyentes. La otra fue en marzo de 1979, las elecciones generales ya dentro del marco constitucional, ganadas por la Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez. Un país comenzaba a andar tratando de ser todos sus dirigentes y la sociedad lo más desmemoriados posibles con quienes habían sido afines al Generalísimo mientras se aplaudía la legalización del Partido Comunista. Una de cal y otra de arena, como sucedería en otros muchos asuntos a lo largo de la Transición. La participación en esta histórica cita con las urnas ascendió en Canarias al 56,87% (501.074 votantes), frente a un 43,13% de abstención (380.023).
En Las Palmas de Gran Canaria un partido regional de ideología de izquierda, formado por el Partido de Unificación Comunista de Canarias, Asamblea Canaria y el Partido Socialista de Canarias, constituido por escindidos del Partido Socialista Popular de Tierno Galván, entre otros, consigue aupar a la alcaldía a Manuel Bermejo Pérez.
La UPC, con 9 concejales; el PSOE, con 4, más 2 de la Agrupación de Vecinos, obtienen la mayoría absoluta, aunque durará poco más de un año, ya que UCD presenta una moción de censura a favor del candidato del PSOE, el histórico Juan Rodríguez Doreste.
En Puerto del Rosario y Arrecife la victoria fue para UCD. En San Sebastián de La Gomera -isla que ha continuado con una gran tradición de izquierdas- el PSOE empuñó el bastón de mando, con 5 ediles, con un PCE que le pisó los talones, con 4 concejales. En Valverde hubo alcalde centrista, gracias a 6 ediles de UCD, uno más que el PSOE.
Por último, en Santa Cruz de Tenerife la candidatura de Hermoso, que se presentaba por UCD, tuvo mayoría simple, 10 concejales, seguido por UPC, con 6 ediles; el PSOE y Agrupación Libre Electoral de Tenerife -que capitaneaba un ex alcalde franquista-, ambos con 5, y el PCE, con 2.
