Intentar explicar lo que ha significado el testimonio de una cabecera como LA PROVINCIA durante los últimos 110 años no es algo baladí. Testigo indeleble de todo lo importante acaecido en nuestra provincia, tanto lo bueno como lo negativo.
El periódico también ha vivido y compartido evoluciones propias durante esos 110 años que nos ha hecho vivir a la mañana siguiente. Con el paso del tiempo han cambiado cuestiones como las fotos, el papel o la digitalización pero, y esto ya es un gusto personal mío, el olor del papel de buena mañana es algo maravilloso que no cambiaría por nada, como el del pan recién horneado.
Desde Tinajo siempre hemos considerado a LA PROVINCIA como un periódico equitativo e imparcial pero también nos ha regalado numerosas muestras de cercanía para con los intereses del pueblo de Tinajo. Siempre ha estado presente en nuestras fiestas, son inolvidables los reportajes sobre la Fiestas de Los Dolores, la fiesta de la vendimia o las fiestas de San Roque. Cuántas personas se habrán vestido de punta en blanco durante el último siglo para destacar en las fiestas y verse al día siguiente en las páginas de LA PROVINCIA.
LA PROVINCIA ha sido testigo también de la salida de numerosos tinajeros. Esa emigración que buscaba una vida mejor lejos de nuestras tierras pero siempre con la tarea grabada a fuego en sus almas de volver, tarde o temprano, al Tinajo que les meció de pequeños.
Otra de las cuestiones que LA PROVINCIA ha destacado de nuestro municipio ha sido el apoyo al sector primario, uno de nuestros estandartes que tan bien ha sabido reflejar en sus páginas durante tantos años.
LA PROVINCIA ha sido también nuestra compañía en los momentos negros del municipio, por destacar alguno, entre otros muchos sucesos dolorosos, el incendio de la panadería, pero siempre con el tacto necesario y la profesionalidad para informar sin hacer daño.
Pero si Tinajo tiene que agradecer a LA PROVINCIA un siglo de testimonio más tiene que valorar el apoyo que le dio en momentos puntuales en los que el municipio de Tinajo se topaba con contrincantes y situaciones de mayor rango, como cuando renunciamos a desarrollar La Isleta o momentos difíciles de choque con el, en ocasiones demasiado lejano, gobierno central. Recuerdo sin esfuerzo los momentos difíciles con Costas por zonas como La Santa o Tenesara.
Pero un siglo y 10 años de historia de LA PROVINCIA quedan reflejados a perpetuidad en nuestra memoria y nuestra retina con cariño, como la compañía diaria que nos mima y nos informa, una relación inmarcesible entre Tinajo y LA PROVINCIA que anhelamos dure, como mínimo, otros 110 años más.
