El desarrollo del turismo de masas en Las Palmas de Gran Canaria se inició a principios de la década de los años sesenta del siglo XX. El modelo adoptado fue semejante al de otras zonas costeras del país pero en la capital grancanaria, al abrigo de su excelente clima los 365 días del año, se logró establecer en torno a los visitantes un tejido empresarial atemporal del cual subsistieron miles de familias de toda la isla de Gran Canaria.

La realidad es que antes de que la ciudad se convirtiera en territorio sueco, con rubias espectaculares luciendo bikini ante una población asombrada ante tanta modernidad, era la zona de Monte Lentiscal y la Villa de Santa Brígida las que acogieron los primeros grandes hoteles a mediados del siglo XIX, como el Bella Vista, de la familia Quiney abierto en 1892, y el primitivo Santa Brígida, inaugurado en 1898.

No obstante, el modelo de llegada masiva de extranjeros como lo conocemos actualmente tiene su origen en esta ciudad que ya desde comienzos del siglo XX era un destino turístico de referencia en los países nórdicos.

La ciudad, con apenas 60.000 habitantes, contaba con 23 hoteles, el primer campo de golf de España y era pionera en el turismo de salud. La playa de Las Canteras acogía a los visitantes del norte de Europa que llegaban a Gran Canaria en aviones, hidroaviones, veleros y vapores.

En la década de los 60 del siglo pasado, el parque de Santa Catalina era el punto de encuentro y la referencia del éxito turístico de la capital grancanaria.

En esta época también se instalan en la Administración estatal la línea tecnocrática que impulsa los Planes de Desarrollo, pero no es hasta el año 1962 que se reconoce la realidad del sector terciario en el país y se crea un Ministerio de Información y Turismo, el cual estará encabezado por Manuel Fraga Iribarne hasta 1969 aunque en febrero de dos años antes el ministro de información y Turismo visita Las Palmas de Gran Canaria.

Fueron años brillantes, como demuestra que en el año 1965 llegara a Gran Canaria la turista número 14.000.000, Margarheta Chlberg.

Posteriormente, en la década de los 70 del siglo XX, con la ampliación del proyecto de desarrollo turístico al sur de Gran Canaria, Maspalomas Costa Canaria, y el auge de los vuelos chárter, la ciudad deja de ser el destino turístico preferente en la Isla. La capital empezó a perder su posición como destino turístico y, con ello, se produjo un paulatino decaimiento del sector. Hoy, Las Palmas de Gran Canaria ha recuperado aquel papel referente.

El ejemplo del grupo Lopesan

Lopesan Hotel Group es un ejemplo de desarrollo internacional con base en Canarias. El conglomerado inició su actividad en el año 1972, especializándose en el sector de la construcción de obra pública. Con el paso de los años, ha logrado convertirse en una dinámica y pujante compañía multinacional, con sede en Gran Canaria y una plantilla que supera los 5.000 trabajadores. En un constante proceso de diversificación de actividades y de expansión internacional, esta empresa familiar posee sociedades dedicadas a la construcción, el turismo, la promoción inmobiliaria, ocio y servicios. Actualmente, el Grupo es la firma turística canaria líder en las Islas y una de las diez primeras de toda España, con más de 15.000 camas en 20 hoteles distribuidos en los destinos de Gran Canaria, Fuerteventura, Alemania, Austria y República Dominicana.