En la Historia comidista de España ha jugado un importante papel Gran Canaria, puerta de entrada de dos populares referentes gastronómicos del país: la comida japonesa y los donuts.

En los años sesenta del siglo XX, gracias al olfato de unos empresarios de la localidad de Teror, desembarcan en España (y posteriormente en buena parte de Europa y Suramérica) los populares donuts tras hacerse ese grupo de pioneros en Estados Unidos con la patente de explotación de los bollos azucarados a través de la ya mítica marca Eidetesa (Sociedad Explotaciones de Teror, S.A.)

Otro pionero, el cocinero nipón Toshihiko Sato, situó en 1967 a Gran Canaria en la vanguardia gastronómica española inaugurando el primer restaurante japonés del país, el Fuji, aprovechando la época en la que la flota pesquera japonesa tenía en el Puerto de la Luz y de Las Palmas una importante base logística. Por entonces, los makis y el sushi no eran, desde luego, tan populares en España como en la actualidad pero el señor Sato lo tuvo tan claro que a día de hoy, tras 55 años de actividad, Fuji continúa siendo un referente de la mejor comida asiática.

Tras un largo período de formación en el restaurante bajo la batuta de Sato y tras la jubilación de éste, en 2007 el chef Miguel Martínez toma las riendas del negocio hasta la actualidad.

Aunque tanto Fuji como donuts son ejemplos de exitosas aventuras empresariales nacidas en Canarias, el volumen de negocio que alcanzaron los bollos azucarados -llegaron a facturar 90 millones de euros anuales- es una historia digna de estudio en cualquier escuela de comercio. El crecimiento de la empresa fue tal que en los años 70 se constituyen Donut Corporation Tenerife, S.L. y Donut Corporation Lanzarote, S.A.; y en los 80 Eidetesa lanza con éxito al mercado Donettes y Bollycao.

En la década de los 90 se introduce en el segmento del pan de molde Panrico, que acaba por absorber Eidetesa, Donut Tenerife, y Lanzarote, creando Panrico Donuts Canarias, S.A.U. En 2008 Panrico compra Artiach y en 2009 Panrico compra la Bella Easo. En 2016 se anuncia la operación del Grupo Bimbo con Adam Foods, que adquiere parte de los activos relacionados con la categoría de pan y sus derivados de Panrico para España, Portugal y Andorra, incluida la fábrica de Teror, donde llegaron a trabajar 500 personas y que terminó cerrando.