Suplemento de la fusión
En la facultad del teclado con Zidane, Ronaldo y Luis Figo
«Patricio Viñayo, Manuel Borrego y Víctor Rastrilla fueron profesores de un periodismo romántico y riguroso, ajeno a lo viral y redes sociales. Desembarqué en 2004 en LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas y no había whatsapp; la Wilson era el local de moda y un grito: ‘¡Miau!’. Lo mejor que podías hacer para no cagarla era guardar silencio»

Zidane controla el esférico ante la presión de Samways, en el Insular, en el (4-2) de la UD al Madrid, en 2001. | LA PROVINCIA / DIARIO DE LAS PALMAS

Retratar la eternidad sin intermediarios. Una escuela de referentes que luego fueron compañeros. Los Balones de Oro del teclado y la frase de José María García. A solas con el héroe en la trastienda del lugar más insospechado. El periodismo deportivo en 2004 -cuando desembarqué en el fusionado La Provincia / DLP- era una cita a ciegas con el rigor. Entre lo artesanal y la intuición. Titulares con ingenio y la habilidad de no perderse la fiesta. Todo se cocía entre fogones y bacanales.
Mandaba la noche y el informador ejercía de mosquetero de lo prohibido. Sin wasap ni redes sociales, contaba la pluma y el Varón Dandy del taquígrafo. La grabadora Sanyo M-1100C de casete inmortaliza la voz del Balón de Oro Luis Suárez, falleció en 2023, como ejecutivo nerazzurri en su paso por la Isla en 2006 para dar con los orígenes de canarios del chino Recoba. El Aeropuerto de Gran Canaria era la planta sexta de oportunidades de El Corte Inglés y la paciencia, el credo perfecto. Nicotina, alcohol y una jauría de osados con el ascenso a los cielos de Sergio Kresic como aperitivo en el 2000. ‘La UD vuelve a la gloria’, se tituló.
Explosión de la quinta del plátano de los Guayre, Jorge Larena y Ángel López. Y el Audi TT Coupé de Rubén Castro. El Moña se coronó pichichi de plata en la autodestrucción judicial de una UD las Palmas al borde del game over (2004). Con Silva cautivando con la elástica del Valencia CF, como duende de la España invencible, la Redacción de Deportes de esta casa era el Real Madrid de los galácticos. Silencio, se rueda.
Repaso de lo aprendido
Patricio Viñayo lucía el brazalete y se desnudaba en su columna ‘Entre nosotros’. El 9 de diciembre de 2004, esculpió el David de Miguel de Ángel de los titulares con el ‘Si la UD muere, se celebrará el mayor juicio en la historia de Canarias’. Rec y la voz de Cobo Plana iluminando la Apocalipsis. Radiografía de un escudo en llamas, que acabó en el fango de la 2ª B para dos décadas después tumbar al Barça de Flick de los mil millones de tasación con Napoleón Diego Martínez como autor intelectual de una hazaña XXXL.
El 20 de septiembre de 2004, Manuel Borrego aleccionaba sobre la importancia del dato. Obseso del guarismo imposible. Memorizar es ganar. Fuerteventura es su refugio y sentía pasión por las chirigotas del Carnaval de Cádiz. Desconfiaba de lo incuestionable, el olfato abre puertas blindadas. Suena el teléfono. García Remón, extécnico de la UD Las Palmas, toma las riendas del Real Madrid y contactó con Borrego como muestra de reconocimiento. Mantener el vínculo hasta el fin. ¿Llamaría Áncelotti a un diario de provincias? Tiraría de wasap...
Víctor Rastrilla, un legionario de la eficiencia de escuadra y cartabón, es el hombre orquesta que fichó el Pollo Vidal (se gestó en 1988). Atacante uruguayo, que alcanzó los 146 duelos con la UD y luego fue invisible en un segundo ciclo decepcionante. Rastrilla fue cronista del Universidad y Vecindario en esa Segunda B de Armani que luego saltó por los aires. Así firmó un episodio colegial deshonroso, el controvertido (1-1) del Uni con el Cádiz en 2003 que subió a los cadistas. ‘Si no hubo tongo, lo pareció. Esa expresión y el ‘que se besen’ se escuchó en la grada, cuando en la segunda parte el Universidad ofrecía una imagen patética y era incapaz de crear complicaciones al portero del equipo andaluz, que ayer celebró el ascenso a Segunda’.
De la habilidad de un tirador de cuchillos ruso de Rastrilla a un disco duro andante del fútbol argentino. Pedro García, amonestado por saltar al césped del Martínez Valero con micrófono en mano (1996) en el ascenso de Pacuco Rosales, cohabitaba con la fuente. Sin intermediarios. De un exadministador y representante, en el período concursal, patentó una Biblia de primicias.
Los maestros de referencia
Con las fotos de Antonio Lemus y José Hernández de referentes, así como con la destreza de José Miguel Santana, era imposible perder la Copa de Europa del rigor. Quique del Rosario, Juan Pedro Borrego, Antonio Rodríguez, Marcelino Suárez, Mónica Perdomo, Pepe Alvarado o el fallecido Manuel Palacio Vera estiraron ese legado junto a los galácticos.
La facultad de las 28 letras (LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas). No se hicieron virales. Guardianes de la primicia y sensibles al latido del Deporte Base, Fútbol Base con las portadas de Viera, Vitolo o Juanpe, Fútbol Veterano y Guía de Partidos. La belle époque del papel. ‘Filias y fobias en la puerta’, repetían. Un teléfono, la astucia, el nuevo Milenium Editor (2004) y algún SMS. El humo de los cigarros de Miguel Luis Barrera y un reloj que solo se detiene si marca la UD. Esto no es una fábrica de salchichones, el horario lo dicta la actualidad. En el reino del teclado, un grito: ‘¡Miau!’. Y la frase de García: «La figura de un jefe de prensa de club de élite me da náuseas, es un periodista sin huevos». El arte de contar sin intermediarios.
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