El modernismo canario es un estilo arquitectónico que se desarrolla en las Islas a lo largo de casi ochenta años, desde 1860 hasta la Guerra Civil española. Aunque es parte de una corriente europea, en el caso de Canarias se caracteriza por las influencias recibidas por ciudadanos ingleses y franceses residentes en las Islas, adquiriendo un marco propio y diferente, convirtiéndose en el máximo exponente del modernismo español junto al catalán y el valenciano. Este estilo, que nace como respuesta al feísmo en serie que aporta la revolución industrial, fue definido como arte «total» al tratar de unir a artistas y artesanos que se ocupaban tanto del interior como del exterior de la casa, llevando el lujo y el detalle al extremo. A finales del siglo XIX, gracias a los contactos comerciales que Canarias mantiene con Inglaterra, se implanta el refinamiento inglés y los elementos florales. Las calles de Triana y Perojo, en Las Palmas de Gran Canaria, son buenos ejemplos de este tipo de arquitectura acentuado por el uso sin complejo de colores y azulejos. En Santa Cruz de Tenerife destacan las bellas edificaciones del Barrio de los Hoteles. Entre los principales arquitectos modernistas canarios destacan Estanga, Pintor o Pisaca.

BOCETO ORIGINAL DEL KIOSCO DE SAN TELMO (LAS PALMAS DE GRAN CANARIA).

Una joya de Manises en el centro de la capital grancanaria

Rafael Massanet y Fausctus firma el proyecto del kiosco modernista del Parque de San Telmo, en Las Palmas de Gran Canaria, a donde llega en 1924 desde Manises (Valencia). Hoy sigue siendo una cafetería.