Desde el faro de Orchilla, en la isla de El Hierro, llamado por algunos el faro del fin del mundo, se escribe la gran historia de Canarias. Se encuentra enclavado en un punto histórico referenciado por la cartografía de la antigüedad, ya desde la época de Claudio Ptolomeo.
Un faro que es un emblema
El Faro de Maspalomas, en Gran Canaria, se encarga en 1884 al ingeniero Juan de León y Castillo. Las obras duraron hasta 1889 y el faro emitió su primer destello luminoso el 1 de febrero de 1890.
En Fuerteventura existen siete de estas construcciones: el de La Entallada, Morro Jable, Puerto del Rosario, Punta Jandía, Punta Martiño y Tostón.
En el caso de Gran Canaria, con seis, destaca especialmente el Faro de Maspalomas. Lanzarote cuenta con dos: el de Punta Delgada y el de Pechiguera, pero destaca también el de Alegranza, en el Archipiélago Chinijo. El faro fue subastado para su construcción el 12 de abril de 1861 e inaugurado el 30 de abril de 1865, cuatro años más tarde.
El faro de Punta del Hidalgo está situado en San Cristóbal de La Laguna y es uno de los siete que iluminan el litoral tinerfeño, situándose entre dos faros modernos de la isla: el del Puerto de la Cruz y el de Anaga.
En La Palma destacan cuatro de estas construcciones: Arenas Blancas, Fuencaliente, Punta Cumplida y Punta Lava.
