Porís de Candelaria es un puerto natural del municipio de Tijarafe, en La Palma, donde años atrás, y aprovechando que no existía la ley de costas, una serie de pescadores construyó una especie de casetas en un enclave único. Las llamadas casas-cueva de toda la vida, aprovechando parte de las cavernas naturales que ofrecía la geología volcánica particular de La Palma, tienen en este lugar tan curioso su máxima expresión.

No pasó en absoluto desapercibido para los antiguos aborígenes, que venían aquí a pescar.

La primera vez que aparece Porís de Candelaria en la historia es en el año 1588 documentado como puerto en la costa de Tijarafe, del que saldrían el trigo y la brea, pero también palmeros en busca de suerte en las Américas. Un importante punto de conexión hacia una vida mejor que además ofrecía otro bien muy valioso: el agua. Cerca de la cueva existe un pozo que no se seca en verano. Por ello, en los meses calurosos muchos acudían a las cabañas dentro de la cueva con sus familias y el ganado.

Si el visitante se sitúa al lado del nicho de la Virgen del Carmen, la abertura de la cúpula dibuja en el cielo azul la silueta del mapa de La Palma. La coincidencia es mágica.

Parada para ‘influencers’

Ahora se ha convertido en carne de influencers pero hasta 1921 no fue tarea fácil el acceso terrestre al Porís de Candelaria; hasta entonces se accedía por el mar y pequeños senderos peligrosos.