Es un hecho constatado la relación existente entre el número de daguerrotipistas y fotógrafos y la afluencia de barcos a los puertos de las dos islas mayores, pudiendo establecerse una clara división casi cronológica, desde la década de 1850 hasta la de 1870. En este período la característica principal es lo efímero de la estancia de estos retratistas en la isla de Gran Canaria; algunos de ellos acortaban su estancia hasta que saliera el próximo barco con destino hacia América.

A partir de 1870 hasta bien entrado el siglo XX se producen dos hechos importantes, por un lado, un aumento en el número de barcos que visitan las islas y, en el contexto, de Gran Canaria la construcción de un gran muelle en el barrio de La Luz denominado Puerto de Refugio, que supuso un gran avance para la economía de Gran Canaria y por consiguiente, una mejora en el nivel de vida de todos sus habitantes; de este modo, se podría acceder mejor al uso y disfrute de la fotografía.

Aspecto del istmo de Las Palmas de Gran Canaria en los años 20 del siglo pasado con el Puerto de La Luz (izq.) repleto de buques.

Será también en este segundo período cuando comiencen a ejercer la profesión de fotógrafo, personas nacidas en la isla de Gran Canaria.

Si bien el daguerrotipo llega a la isla de Tenerife en diciembre de 1847 de la mano anónima de unos «retratistas al Daguerrotipo», en la isla de Gran Canaria, las primeras referencias que se encuentran en Anagrama del Estudio Fotográfico de Luis Gonzaga.

Vista del Puerto de Santa Cruz de Tenerife de la primera mitad del siglo XX con el mar a pocos metros de la plaza de España.

Los periódicos locales sobre personas que trabajen dicho invento, no aparecerán hasta ocho años más tarde: en 1855, se anuncia en el periódico El Omnibus la llegada de un «profesor al Daguerrotipo».

Durante los primeros años del daguerrotipo en las islas, etapa comprendida desde 1847 hasta 1854, los retratistas que llegaban a las islas eran anónimos y siempre estaban de paso hacia América; en esa escala, intentarían ganar unos reales utilizando como recinto de trabajo las fondas en las que se hospedaban.

Vecinos de Santa Cruz de La Palma en el puerto de la capital palmera durante las fiestas del Carmen del año 1960.

Tenerife fue, sin embargo, como capital entonces del Archipiélago, la isla en que aparece la primera identificación de daguerrotipistas en marzo de 1854. Estos eran de José Widen, de origen alemán y que estuvo trabajando en Córdoba y Espinos, del cual no se conocen datos.

En Las Palmas el primer daguerrotipista que se identifica como Manuel Sapera, natural de Cádiz, que deambula entre las islas de Tenerife y Gran Canaria desde 1857 hasta 1868.

Aspecto del muelle de Puerto del Rosario, en Fuerteventura, a principios de los años 60 del pasado siglo.

El retratista establece su residencia en Las Palmas de Gran Canaria, empadronándose en 1857 en Triana, y suele trabajar durante varios meses en las islas mayores. En noviembre de 1858 se anunciaba en el Eco del Comercio, cabecera de Santa Cruz de Tenerife.