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Final de la Eurocopa | En voz baja

La armada invencible

La flota rojilla impone su hegemonía al hundir a los 'nobles' del viejo continente y se hace con su cuarta Eurocopa

Rubén Reja

Rubén Reja

La España del vídeo juego conquista la cima del fútbol europeo alzándose como campeón de la Eurocopa tras una travesía ejemplar. El combinado español, viento en popa, ha logrado hundir con un juego preciosista y efectivo, a las mejores selecciones del viejo continente, devolviendo a La Roja a la hegemonía del fútbol por la puerta grande. El botín de récord llega tras ganar todos los partidos del campeonato contra los 'nobles' europeos con quince cañonazos a favor y cinco en contra. Algo que también sucedió en la edición de 2012 y que sitúa a España como la escuadra con más entorchados de la historia con cuatro torneos europeos en sus bodegas en cinco finales.

Desde el primer partido, España mostró un dominio indiscutible en el campo, desplegando velas con un fútbol que no solo efectivo, sino también jodidamente bello. Cada pase, cada jugada, y cada gol se convirtieron en una maniobra que enamoró al mundo entero y donde los bisoños Lamine Yamal y Nico Williams han sido letales cañoneros. La táctica impecable, la precisión del ataque y la solidez defensiva fueron las claves de una flota imbatible que ha sorprendido a muchos.

La singladura hacia la gloria no fue fácil. España se enfrentó a rivales de alto calibre y mucha historia, pero su juego colectivo y la brillantez individual de sus estrellas dejaron claro quién reina en Europa. Tumbó al anterior campeón, Italia, fulminó en la prórroga en casa al anfitrión, Alemania, y cerró bocas en la bravucona Francia. Ante Inglaterra, sufrió lo indecible y supo imponer su impronta en un partido de infarto. El gol de Oyarzabal en los últimos minutos y la cabeza salvadora de Olmo bajo palos dieron el título a España.

En cada encuentro, millones de hogares se rindieron al espectáculo autoritario español, que logró poner de acuerdo, aunque sólo fuera por 90 minutos, a millones de españoles a golpe de victorias. Este triunfo implica el regreso a la cúspide del fútbol europeo y deja una inmejorable carta de presentación cargada de ilusión para futuras competiciones. La nave española dirigida por el experimentado Luis de la Fuente combina talento, juventud y un estilo de juego ornamental que ha cautivado a aficionados del planeta fútbol. La selección de casi todos (que le den a Puigdemont) se perfila como una de las favoritas para la próxima cita mundialista y se erige como esa armada invencible a batir.

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