- Usted habla de iglesias del Pino en su libro. ¿Hubo antes otros templos al actual?

- El libro lo he titulado así porque en Teror han existido tres iglesias dedicadas a Nuestra Señora del Pino. La primera, que fue una ermita, data de finales del siglo XV y duró unos 115 años. La segunda, ya propiamente una iglesia, se construyó en 1608 y contaba con tres naves y luego, en 1707, casi un siglo después de su construcción, se levantó la Torre Amarilla, que es el único elemento arquitectónico que se conserva de ese templo. Se construyó en el lugar donde estaba el Pino de la Virgen, el pino sagrado, que fue derribado por un terrible temporal el 3 de abril de 1683 y que siempre había estado al lado de las iglesias. La tercera iglesia, la actual, se finaliza en 1767 y ahora se cumple el 250º aniversario de la colocación de la primera piedra. Su construcción fue muy rápida, en un lugar arenoso y durante las obras la imagen de la Virgen del Pino permaneció en el local de la Cofradía. Ha tenido dos grandes restauraciones, una en el siglo XIX y otra a mediado del siglo XX, donde se le inyectó hormigón para mantenerla. Tenga en cuenta que debajo de la iglesia corre el agua de la montañas que luego va hacia el barranco de Teror.

- ¿Cuánto tiempo le ha costado reunir todo el material para escribir esta obra?

- Estando en Arbejales empecé a escribir sobre este tema gracias a las consultas en el Archivo Parroquial. En este tiempo he reunido bastante documentación y en la obra, que consta de unas 750 páginas, aporto dibujos de las tres iglesias, la historia de todos los mayordomos, unas veces eran curas y otros seglares, pero siempre bajo mandato del obispo de la época. También documento las visitas de los obispos a Teror, noticias del culto a la Virgen, pero no sólo se trata de una visión religiosa, sino que, además, hago una descripción de la sociedad de la villa, de su desarrollo social y económico. Por ejemplo, explico el origen de la fabricación de los chorizos de Teror, hechos con los cerdos regalados a la parroquia y que con su venta se mantenían los gastos de la iglesia o la celebración de corridas de toros y bailes de negros en 1640 debido a que un obispo, procedente de una familia cortesana y amigo de los festejos, los organizaba en la villa.

- Además de las iglesias, su libro hace referencia también a las ermitas de Teror.

- Sí. En Teror hubo cuatro ermitas: la de San Isidro, la de Nuestra Señora de las Nieves, en El Palmar, la de San Matías y la de San José del Álamo, estas dos últimas tristemente desaparecidas. En el caso de la ermita de San José del Álamo, en ella era donde la Virgen del Pino descansaba cuando bajaba a Las Palmas de Gran Canaria, pero en 1930, víctima del abandono por problemas con los mayordomos, terminó derribada. Antes de la ermita actual de la Virgen de las Nieves hubo una cueva en tiempos de la conquista de Canarias que albergaba la imagen de Nuestra Señora de las Nieves, que es más antigua que la Virgen del Pino, que ha tenido tres tallas. La primera apareció en 1481, que se perdió aunque algún historiador sostiene que fue robada, pero yo no he encontrado datos sobre esto. La segunda imagen de Nuestra Señora del Pino es la que está en El Palmar, que se trajo de Flandes y que luego se le cambió el nombre por el de Virgen de las Nieves. La tercera imagen, que es la actual, data de 1531 y es obra del gran maestro Jorge Fernández.

- ¿Qué caracteriza a la iglesia del Pino respecto a otras?

- Tiene el valor de que es de estilo canario, tanto en el interior como en el exterior. Está construida con la piedra amarilla de Teror y la azul de Arucas, conserva la Torre Amarilla, de forma octogonal por influencia de las dos torres existentes en su época en la Catedral de Canarias. En su interior, los cinco retablos son de artistas canarios. Los tres centrales los realizó Nicolás Jacinto y los otros dos laterales son obra de José de San Guillermo. El púlpito también es de estilo canario y nos podemos sentir orgullosos de tener una iglesia dedicada a nuestra patrona que sea canaria al cien por cien y hace que Teror sea el corazón de la isla de Gran Canaria.

- ¿Qué opina de la polémica sobre la Patrona de Canarias?

- Desde el punto de vista litúrgico y canónico, no existe. En el pasado, se nombró a la Virgen de la Candelaria patrona de todas las islas porque fue anterior a la Virgen del Pino pese a que la Diócesis de Canarias se creó antes que la de Tenerife. Cuando en 1914 se logró que la Virgen del Pino fuese la patrona de la Diócesis de Canarias -Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa-, el título que defienden para la Candelaria es sólo histórico y popular, pero no eclesiástico, ya que hay dos obispados diferentes. Quien quiera mantener ese título puede hacerlo a nivel civil, no religioso.

- ¿Qué ha significado para Teror la Virgen del Pino?

- Teror no se entiende sin la Virgen del Pino, no sólo por el aspecto religioso, sino por el sociocultural y el económico. Teror es Teror gracias a Nuestra Señora del Pino y de la llegada de peregrinos hay que decir que las visitas han repercutido mucho en la villa. De hecho, a la Virgen se la ha conocido como Nuestra Señora de Terore.