Un ingenio submarino robotizado dirigido a control remoto con capacidad para sumergirse a grandes profundidades y que forma parte del equipo técnico del cablero Leon Thevenin será el gran ojo que desvele los misterios del hipocentro localizado a 1.200 metros de profundidad y a 7 kilómetros del litoral costero de La Restinga, en la isla de El Hierro, donde se produjo el pasado lunes la primera erupción, así como en los lugares donde ayer se registraron nuevamente otras dos, localizadas a 2 millas de la costa y 750 metros, y a 1,5 millas y 500 metros de profundidad. El radio de acción comprenderá previsiblemente el perímetro de seguridad establecido de 4 millas.

La incorporación de este barco al operativo científico en la isla del Meridiano fue anunciada ayer por el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, un día después de que distintos especialistas en Oceanografía, Zoología y Vulcanología, tal como publicó LA PROVINCIA / DLP, criticaran que no se disponga de un buque oceanográfico con base en Canarias y dotado de equipos técnicos de medición y grabación para estudiar con todo detalle este singular fenómeno geológico, y que por parte del Ejecutivo regional no se hubiera movido ficha en los últimos días.

Lo que fue calificado por los expertos como "una oportunidad perdida" tuvo su réplica ayer en boca de Paulino Rivero, que avanzó que previsiblemente podría llegar a El Hierro "en los próximos días".

Un gesto que fue valorado de forma positiva por los responsables del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, ya que con este barco que gestiona el Gobierno canario y sus robots submarinos se podría certificar si las hipótesis con las que se vienen trabajando sobre la migración del magma y su previsible propagación tierra adentro son ciertas o no.

El Leon Thevenin es un barco de bandera francesa, construido en 1983, con base habitual en el puerto galo de Bres y propiedad de France Telecom Mar. Realiza servicios de reparación, mantenimiento y tendido de cables submarinos, y está al servicio de un grupo de operadoras europeas de telefonía, entre las que se encuentra Telefónica.

Fue precisamente la compañía Telefónica, que ha montado un despliegue técnico en El Hierro para garantizar el flujo de comunicaciones en la situación de alerta amarilla (y roja en La Restinga), quien comunicó al Gobierno canario la posibilidad de contar con los servicios del Leon Thevenin. El buque está atracado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife desde el pasado viernes, una vez que concluyó los trabajos de reparación del cable submarino que une Tenerife y La Gomera, que había sido dañado debido a desprendimientos producidos por la actividad sísmica. Un cable que, según informaron ayer fuentes de la compañía, ya está operativo y es el que da seguridad y garantiza las comunicaciones con El Hierro y La Gomera.

El consorcio

La compañía Telefónica no pudo precisar ayer cuándo zarpará el buque cablero de Tenerife en dirección a El Hierro. La propuesta del Gobierno canario se ha trasladado al consorcio de las distintas empresas de telecomunicaciones para que a su vez cuantifique el coste del alquiler del barco, tripulación y equipos, y si los diferentes socios están conformes con que el Leon Thevenin participe de los trabajos de investigación volcánica en aguas de La Restinga.

El coste diario de esta embarcación y el tiempo que el Gobierno canario ha solicitado se desconocían ayer. Como dato, cabe señalar que embarcaciones de investigación oceanográfica equipadas para fenómenos geológicos de este tipo, caso del Hespérides o Sarmiento de Gamboa, suponen un gasto diario de unos 10.000 euros aproximados.

La elección del Leon Thevenin viene reforzada por los equipos con los que cuenta dicha embarcación, entre ellos varios robots submarinos, los llamados ROV (Remotely Operated Vehicles). Los modelos de sumergible Scarab son de los que dispone este barco, capaces de trabajar a más de 2.000 metros de profundidad y cuya eficacia fue demostrada en las tareas de rescate de las cajas negras de un avión Boeing 747 de la compañía Air India que el 23 de junio de 1985 hacía la ruta entre Montreal, Londres y Nueva Delhi, explosionó a 9.400 kilómetros de altitud al sobrevolar el espacio aéreo de Irlanda y cayó al océano Atlántico.

En concreto, los equipos Scarab están en funcionamiento desde 1980, revelándose como la mejor tecnología posible para la inspección y mantenimiento de los cables submarinos y otras aplicaciones científicas.