Los primeros resultados preliminares sobre el estudio de los piroclastos arrojados a la superficie del mar de Las Calmas, según datos de los miembros del CSIC que participan del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca), indican que dichos fragmentos "están formados por una mezcla entre dos materiales magmáticos, uno negro (basalto) y otro blanco (traquita), que se produjo en el momento de la erupción por lo que se trata de una mezcla física entre ambos materiales sin que entre los dos haya habido reacción química".

El Pevolca hizo anoche público este informe después que durante la jornada de ayer se dieran a conocer otros resultados acerca de la explosividad de los restos volcánicos, en concreto los apuntados por un equipo de geólogos de la Universidad de Barcelona (UB), que dirigidos por el catedrático Domingo Gimeno, aseguraban que el magma surgido del volcán submarino de El Hierro es de los más explosivos, y alertaban del peligro potencial asociado a estas erupciones, ante "el riesgo de que se subestime".

Según los expertos del CSIC y así comunicado por el Pevolca, "tanto el material basáltico de las muestras como el traquítico están muy vesiculados, lo que quiere decir que ambos tenían una cantidad de gas alta en el momento de hacer erupción, lo que explicaría que ésta sea explosiva (formación de piroclastos) a pesar de la presión del agua del mar sobre la boca de emisión. Sin embargo, este tipo de explosividad es normal dentro de los parámetros de las erupciones basálticas con que nos movemos y no reviste una peligrosidad adicional por el hecho de contener también magma traquítico".

El Pevolca aseguraba anoche que "estas traquitas son volumétricamente poco significativas y constituyen más una anécdota que la característica principal de la erupción. En realidad por las muestras que se han ido recogiendo a lo largo de estos días, la traquita sólo estaba presente en los primeros episodios y a una razón de 1 a 10 con respecto al basalto, lo que hace que no haya intervenido en determinar el tipo de erupción resultante".

Origen

Los expertos consideran que "su origen puede ser debido a una removilización (refusión) de un pequeño resto de material traquítico por parte del basalto nuevo en su camino a la superficie", y que se trata de "procesos que no son tan raros en este tipo de volcanismo se producen en un poco tiempo, de unas horas a pocos días.

Estos resultados no se habían hecho públicos "porque todavía no se había completado las comprobaciones que hay que hacer en este tipo de estudios, y por no considerar relevante la presencia de esa mezcla de magmas como controlador de la dinámica de la erupción.