Si la Guerra del Golfo pasó a la historia por ser, gracias a la CNN, la primera guerra de la historia retransmitida en directo, parece que la erupción en el Mar de Las Calmas puede pasar a la historia por un motivo similar. El Cabildo de El Hierro ha tenido la iniciativa, desde hace días demandada, de colocar unas cámaras en el pueblo de La Restinga ofreciendo imágenes en directo 24 horas a través de Internet. En la isla la iniciativa está teniendo una buena acogida. Todavía la noticia no ha calado entre toda la población pero los más avezados en esto de las nuevas tecnologías ya están al tanto.

El día de ayer no estaba como para salir a la calle. Entre la lluvia, la niebla y el frío, la mayoría de los internautas que quisieron saciar su curiosidad lo hicieron conectándose desde sus casas. Los más atrevidos pudieron hacerlo desde muchos puntos a su disposición. Cada día son más los establecimientos que se dan cuenta de que ofrecer un servicio de valor añadido como es disponer de conexión wifi para sus clientes a estas alturas es básico. La cafetería del aeropuerto, el restaurante del Mirador de la Peña, el bar El Mentidero -que fue punto neurálgico para la prensa durante los días posteriores a la primera evacuación de La Restin- ga-, la Taberna La Villa y muchos más forman parte de esa red de hot-spots repartidos por la isla.

Íngrid Parparcén es, junto a su marido, la propietaria de uno de estos establecimientos: La Terraza. Situada en Tigaday, es un lugar de visita obligado para los que llevan siempre el portátil en su mochila. Cuando la actividad en la barra y la cocina se lo permiten suele navegar por la red con su ordenador en el comedor. Justo mientras comenta que a lo largo del día ha intentado en varias ocasiones ver las imágenes de las webcams sin éxito, de repente aparece en la pantalla de su equipo la imagen panorámica -eso sí, ya nocturna- del pueblo de La Restinga.

Íngrid aplaude la iniciativa como una nueva fuente de información sobre el fenómeno. No es de extrañar. Gracias a su formación como farmacéutica en Venezuela, tiene curiosidad por los aspectos de la erupción relacionados con la química y otros campos de su, temporalmente aparcada, profesión. Su rostro es muy familiar para los científicos que han participado en los encuentros con los habitantes de la isla gracias a las preguntas que les ha formulado fruto de este interés.