La dirección del Plan Especial de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca) ha acordado hoy limitar el semáforo rojo por erupción a la zona del mar sobre la que se sitúa el volcán submarino de El Hierro, además de habilitar una vía marítima para el tránsito de buques en La Restinga.

Hasta ahora el semáforo rojo afectaba a toda el pueblo pesquero de La Restinga y a partir de la decisión adoptada hoy por el Pevolca esta localidad, al igual que el resto del territorio de El Hierro, pasará a ostentar el color "amarillo" de indicador de riesgo volcánico, según ha anunciado en rueda de prensa el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno canario, Juan Manuel Santana.

El director general ha señalado que este indicador continúa operativo en color amarillo porque se mantiene la situación de emisión submarina de magma, aunque no se ha detectado "un acercamiento a tierra" y en todo caso, en las profundidades en que se registra el proceso eruptivo éste no afectaría a la población.

Asimismo, con el objetivo de facilitar el tránsito de buques por el puerto de La Restinga se ha habilitado una franja de navegación de 0,25 millas pegadas a la costa y en una longitud de cuatro millas, hasta la zona de exclusión marítima sobre el volcán submarino.

María José Blanco, portavoz científica del Pevolca, ha señalado que el proceso eruptivo en el sur de El Hierro "sigue su curso" y ha recordado que han aparecido sobre la superficie del mar fragmentos de lava humeantes de manera "intermitente, pero continuada".

No obstante, la portavoz científica ha precisado que han disminuido la frecuencia y la magnitud de los sismos, pues la semana pasada sólo se han localizado 28 movimientos a una profundidad de entre 15 y 25 kilómetros y únicamente uno tenía una magnitud superior a 3 en la escala de Richter.

En cuanto a la calidad del aire, Blanco ha añadido que según los parámetros que se estudian los valores son normales, pero ayer vecinos de La Restinga comunicaron que a partir de las 20:30 horas sentían dolor de cabeza y percibían mal olor.

Por este motivo los científicos van a estudiar qué componente del aire puede estar produciendo estas "sensaciones" y para ello tomarán muestras y colocarán nueva instrumentación para medir en continuo la calidad del aire en esta zona de la costa herreña.

En cuanto a la batimetría realizada el 4 de diciembre por los buques "Ramón Margalef", del Instituto Español de Oceanografía, y "Sarmiento de Gamboa", del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se indica que el centro emisor de magma está situado a una profundidad de entre 160 y 180 metros.

María José Blanco ha subrayado que este dato indica que el centro emisor sigue "en la misma posición" pero también ha destacado que la información es aún "muy preliminar" y se divulgará posteriormente en forma "más elaborada".