El Festival Internacional de Cine afronta su 12ª edición con una línea editorial consolidada, aquélla que apunta a la prospección de cinematografías emergentes y miradas nuevas que aporten frescura al ya veterano arte cinematográfico. La programación se ha confeccionado acudiendo a tres criterios que operan de manera transversal en la selección de títulos: la diversidad de propuestas, el riesgo estético y la coherencia. Se atiende, pues, a la singularidad de cada película pero también a la visión de conjunto, al diálogo que puedan establecer entre ellos los distintos filmes.

La Sección Oficial está a su vez dividida en dos secciones competitivas -una para largometrajes y otra para cortometrajes- más un apartado fuera de concurso. La selección de títulos en estos segmentos busca ofrecer un retrato de la sensibilidad cinematográfica actual, siempre partiendo del presupuesto de la creación cinematográfica como una actividad artística que da cauce a la expresión personal.

Haciendo honor, una vez más, al carácter internacional que adjetiva el nombre del certamen, la docena de títulos seleccionados a concurso evidencian una procedencia diversa: Grecia, España, China, República Dominicana, Tailandia, Macedonia, Francia, Malasia, Argentina, Alemania...

En cuanto al contenido de estas cintas que optan a la Lady Harimaguada de Oro, los programadores hablan de un "síndrome histórico" como denominador común. Tras una década, la que va de 1995 a 2005, que califican de "secreta edad de oro", nos encontramos en un momento de espera, en el que "no imperan tendencias, sino una diversidad tranquila, interrogativa, como a la espera del nuevo salto". Se impone, pues, la recapitulación y el volver la mirada atrás para poder iniciar con garantías un nuevo ciclo creativo.

Los responsables de la selección reconocen que no esperaban la aparición de este vector histórico, del que sólo fueron conscientes a posteriori, cuando ya estaban enfrascados en la confección de los distintos ciclos. "Qué casualidad, nos encontramos con que buena parte del mejor cine inédito en España que el festival podía ofrecer para esta nueva edición, miraba fijamente hacia lo histórico", explican.

Como curiosidad, destacar el reencuentro con un viejo amigo del festival, el checo Jan Svankmajer, del que se proyecta fuera de concurso Prezit svuj zivot (teorie a praxe).

En cuanto a los cortometrajes a concurso, los doce títulos seleccionados evidencian también esta capacidad de otear cinematografías lejanas en lo geográfico y en los presupuestos estéticos. El corto tradicionalmente ha servido de banco de pruebas para el talento de jóvenes cineastas, que se foguean en este formato antes de dar el salto a metrajes mayores. En la selección del festival se verifica la presencia de veinteañeros y treintañeros españoles que incorporan sus creaciones, caso de Lois Patiño (Paisaje-Duración) Pablo Remón (Circus) o el grancanario David Pantaleón Rodríguez Rivero (Hibernando).

Una profundización en el camino, una nueva impresión de la huella que va dejando este festival cinematográfico capitalino. El certamen que llega a la 12ª edición visiblemente transformado respecto a aquél que echó a andar envuelto en los tules y las gasas del glamour, para ir corrigiendo el rumbo posteriormente, hasta llegar a lo que es hoy.