Después de semanas de especulaciones, el comité de expertos sobre pensiones entregó su informe final en el que se recoge buena parte de lo que se ha ido adelantando en distintos medios de comunicación y que se resume en un único punto, para la sostenibilidad del sistema de pensiones es necesario reducir el importe de las mismas. La realidad es clara, se ha impuesto en estos años de crisis a pesar de que desde hace más de una década las señales ya eran más que evidentes: el número de pensionistas crece muy rápidamente a la vez que lo hace su esperanza de vida con lo que el resultado es más prestaciones durante más tiempo.

La sostenibilidad se basa en permitir un sistema piramidal, en el que las cotizaciones de los trabajadores en activo pagan las prestaciones de los hoy ya jubilados, y el crecimiento económico antes del estallido de la crisis, con niveles muy altos de empleo permitió que se cubrieran el pago e incluso se destinara dinero al Fondo de Reserva, el desempleo actual ha llevado a lo contrario, las cotizaciones no son suficientes y desde el año pasado se usa el Fondo de Reserva para pagar las pensiones presentes, una realidad, que se repetirá en los siguientes ejercicios y sólo sería compensando si se consigue una rápida creación de empleo que, en estos momentos, es más que complicada, a lo que se puede añadir un aumento en las cotizaciones que paga por cada empleado.

Siendo difícil llegar al equilibrio vía ingresos, al menos en el corto plazo, el planteamiento es hacer el ajuste por los gastos, disminuyendo las pensiones futuras, y esto es lo que aconseja realizar el comité de expertos vinculándolas tanto al aumento de la esperanza de vida y a la situación de la "caja" de la Seguridad Social. Todo ello se debatirá en la comisión del Pacto de Toledo, pero el choque de posturas y la polémica está servida. Veamos el por qué.

Equidad Intergeneracional, pagar más de lo que se va a recibir

Estas palabras tan rimbombantes esconden un concepto o recomendación muy simple. Como viviremos más, cobraremos menos por nuestras pensiones. Según los expertos, la esperanza de vida de los españoles a partir de los 65 años aumenta alrededor de 16 meses cada 10 años, es decir más pase el tiempo se tendrá que destinar más dinero a por cada uno de nuestros pensionistas. Una "solución" parcial está en camino, si se aplaza la edad de jubilación a los 67 años, se eliminaría de golpe el crecimiento de esperanza de vida logrado en más de 15 años a la vez que se aumentan las cotizaciones por estar más tiempo en activo, pero este tipo de soluciones tienen un límite y está en que no se puede alargar la edad de jubilación eternamente.

Por ello se aconseja aplicar esta medida, que afectaría a los futuros jubilados una sola vez en el cálculo de su pensión, no a los actuales, y que supondría que cada 10 años se cobraría un 5% menos de pensión por el teórico derecho de disfrutar de la misma durante más tiempo. Lo paradójico, y por ello se define como equidad intergeneracional es que con las cotizaciones presentes un trabajador está pagando pensiones más altas a los jubilados actuales con respecto a las que ellos disfrutarán y así generación tras generación.

Pero también es polémica la inclusión de la llamada "cláusula suelo", una propuesta que en teoría protege a quienes la pensión constituye su único medio de vida, y que impediría la caída nominal de las pensiones incluso recurriendo al Fondo de Reserva, pero que puede penalizar a quien haga esfuerzos durante su vida laboral más allá de las cotizaciones, por ejemplo a través de planes de pensiones.

Pérdidas de poder adquisitivo

Cobrar menos de inicio pero también limitar las revalorizaciones, este es el segundo pilar de las recomendaciones de los expertos, y ya tenemos un antecedente, la decisión del Gobierno de no aplicar una revalorización en el último año en la misma cuantía que la evolución del IPC. Para ello aplican una recomendación principal. Ligar los gastos, lo que se paga, con los ingresos, una posición ventajista que sólo puede realizar la Administración. ¿Se imaginan poder reducir la cuota de su hipoteca porque gane menos dinero? Esto que es "ciencia ficción" se convertirá en realidad si se aprueba esta recomendación y lo que es más importante, se aplica a todas las pensiones, presentes y futuras.

Con esta propuesta, el hecho puntual de este año de no ligar la subida de las pensiones a los precios será una realidad para siempre, ya que aunque la subida de pensiones tendría en cuenta la tasa de inflación consideraría especialmente como crezcan el número de cotizantes netos, es decir, restando al crecimiento de empleo también el incremento de número de pensionistas. El resultado sería que en años como los actuales en los que el paro se ha disparado mientras suben los pensionistas podríamos encontrarnos sin revalorizaciones, aun aplicando el criterio de tenerse en cuenta no el comportamiento de estas variables en el último año, sino en varios ejercicios consecutivos, en ciclos como el actual, la situación sería muy negativa para los bolsillos de los jubilados. Incluso si se establecería no poder bajar las pensiones, si no se aplicara ninguna subida mientras lo hagan los precios, tendríamos menos poder adquisitivo.

Además, los expertos quieren que su aplicación sea rápida, ya en 2014, con lo cual y con el cuadro macroeconómico tan negativo de los últimos años ya se cortaría la subida de los pensiones en el corto plazo.

Los desequilibrios de unas pensiones de menor cuantía

El resultado de las dos "patas" propuestas se resume en un menor gasto en pensiones, el sustento actual para miles de familias ¿Se puede equilibrar el sistema? Habría menos problemas en los pagos por parte de la Seguridad Social pero generando otra serie de desequilibrios que habría que analizar detenidamente. El resultado es más que claro, a menor poder adquisitivo, menor consumo y a menor consumo, menor empleo y a menor empleo menos cotizantes y por tanto un desequilibrio para las pensiones.

Aunque se ajusten los gastos, la clave está en los ingresos y en la vuelta a la generación de empleo de calidad, es más, la tan cacareada "productividad" basada en salarios más bajos también conlleva a que lo que percibe la Seguridad Social sea menor, y esta es la situación actual de la espiral perversa de la crisis. Por tanto, se apruebe o no todos los puntos aconsejados por el comité de expertos, no debemos perder de vista que el sistema se sostiene si la economía y el empleo funciona, y que los ajustes por vía de gastos ni son la única solución y como estamos viendo con las medidas para reducir el déficit pueden llevar a nuevos problemas que no hay que perder de vista.