¿Por qué a final de año es el mejor momento para pedir una hipoteca?

Con lo cambiante que está la situación macroeconómica, lo mejor es firmar cuanto antes una hipoteca que ronde el 2-3% TIN que esperar al año que viene, cuando las ofertas seguirán encareciéndose por la subida de tipos

Noelia Pérez (iAhorro)

Para todo hay un momento mejor que otro. Y la firma de una hipoteca es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona, por eso hay que intentar buscar el momento, tanto personal como inmobiliario, más idóneo para dar el paso. Y es que, en la firma de la hipoteca no solo influyen la vivienda que se va a comprar o los ahorros que pueda aportar el futuro hipotecado, también el entorno económico y macroeconómico, ya que eso condicionará las ofertas de las entidades financieras.

Entonces, ¿cuándo es el mejor momento para comprarse una vivienda y pedir una hipoteca? Si somos realistas, la respuesta sería que el mejor momento ya pasó. Sí, el momento para comprar una vivienda se vivió en 2021, cuando el euríbor registró los niveles más bajos de toda su serie histórica y, por tanto, las hipotecas estaban más baratas que nunca, con tipos de interés por debajo del 1%. Pero, como es muy difícil que podamos volver a eso, lo que deberíamos plantearnos ahora sería si merece la pena contratar cuanto antes la hipoteca o si es mejor esperar un poco, a 2023.

Para poder dar una respuesta lo más certera posible hemos analizado tres condicionantes: el entorno macroeconómico actual y futuro, los intereses de los bancos y los intereses de los consumidores.

“Los tipos van a seguir empeorando”

En cuanto a lo que se espera para los próximos meses, Simone Colombelli, director de Hipotecas del comparador y asesor hipotecario iAhorro, es claro y asegura que “en seis, siete u ocho meses la cosa irá a peor”, por lo que “cuanto antes se firme una hipoteca, mucho mejor”. ¿Qué quiere decir esto? Que mejor firmar ahora si podemos que esperar a 2023. “Nuestra previsión es que de cara a la primavera del año que viene el tipo fijo empeore considerablemente si el euríbor sigue al alza porque, si ahora el euríbor se posiciona en el 3%, está obligando a la banca a posicionarse en ese entorno y la tendencia es que esto vaya a peor”, añade Colombelli.

Tanto es así que el Banco Central Europeo (BCE), que ya ha subido los tipos de interés este año hasta el 2% actual, ha adelantado que tiene previsto que a mediados del año que viene lleguemos a niveles del 3,5%, lo que significa que las subidas seguirán produciéndose y esto afectará a las ofertas de los bancos.

La parte negativa es que ahora, con la inflación disparada, ahorrar se vuelve una tarea mucho más complicada y también llegar a fin de mes. Por eso ahora los bancos también están un poco más reticentes a la hora de conceder las hipotecas y evalúan más la situación financiera de los clientes. No se quieren arriesgar a que haya un aumento de la morosidad en el pago de las hipotecas. Eso sí, Colombelli matiza que las entidades también “siguen necesitando negocio y siguen teniendo hambre de hipotecas y aún más de clientes buenos o medio buenos”. Es decir, un cliente solvente, con un buen sueldo y un trabajo estable, además de unos ahorros mínimos para poder pedir la hipoteca, de momento no debe preocuparse de si le concederán préstamo.

Los bancos también trabajan por objetivos

Otra de la razones por las que es mejor no esperar al año que viene para firmar la hipoteca es que el tercer trimestre del año ha sido siempre en el que los bancos apretaban un poco más las tuercas e intentaban conseguir mejores tipos a sus clientes para retenerlos y así llegar a objetivos. Porque sí, los bancos, como cualquier otra empresa, trabajan por objetivos y las firmas de X hipotecas al año es uno de ellos. Entonces, en caso de que no hayan llegado a objetivos, los meses de noviembre y diciembre suelen ser los más beneficiosos para los futuros hipotecados, que podrán exigir más a la hora de negociar su hipoteca.

No obstante, esta premisa este año es más difícil de que se cumpla por dos motivos. El primero de ellos es que el año empezó muy bien, con firmas récord de hipotecas en nuestro país y con ofertas inmejorables para los clientes. Por ello, “es posible que a estas alturas las entidades financieras ya hayan conseguido los objetivos que tenían que cumplir a final de año, e incluso puede que haga meses que los hayan conseguido”, asegura el director de Hipotecas de iAhorro. Otro motivo es que con la subida de tipos del BCE hasta el 2%, las posibilidades de negociar una hipoteca a un tipo inferior a ese se complican, y mucho. Mucho más viendo los valores del euríbor, que ha cerrado noviembre en el 2,828%.

Los festivos pueden retrasar la operación

“Enero suele ser un mal mes para la firma de hipotecas por la cantidad de festivos que hay en diciembre”, explica Colombelli. Y es que una operación que se firma en enero se empieza a gestionar al menos dos meses antes, pero en diciembre coinciden muchos festivos que pueden hacer que esa operación se retrase, llevándola incluso a febrero. Por ello, si necesitas firmar las escrituras de tu vivienda antes del 1 de enero, lo más recomendable es que te des prisa y que incluso consultes a un asesor hipotecario para que te ayude a realizar todas las gestiones.