En España, la Seguridad Social se encarga de gestionar las pensiones y según su normativa se pueden cobrar dos tipos de prestaciones: pensiones contributivas y pensiones no contributivas. Al contrario de lo que muchos piensan, una pensión puede que no sea para toda la vida y el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha explicado los cuatro motivos por los que se puede perder una pensión no contributiva en 2023.

La reforma de las pensiones que se ha puesto en marcha este año tras la aprobación en el Congreso de los Diputados el pasado mes de diciembre finalizó con una subida del 15% de las pensiones no contributivas, la que es hasta la fecha la mayor subida. A diferencia de las contributivas, estas son una cuantía fija y se cobran independientemente de la base reguladora y vienen establecidas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Según la Ley General de la Seguridad Social, las pensiones contributivas son una ayuda económica para aquellas personas que no han cotizado el tiempo suficiente a lo largo de su vida laboral, que se sitúa en 15 años. En España existen dos tipos de pensiones no contributivas: la de jubilación y la de invalidez.

Tras la reforma de las pensiones, la pensión no contributiva máxima en 2023 ha quedado establecida en los PGE en 6.784,54 euros anuales, es decir, 484 euros mensuales repartidos en 14 pagas a lo largo de todo el año. Para las pensiones mínimas nunca podrán ser inferiores al 25%, es decir que serán de  1.696,14 euros anuales, unos 121,15 euros al mes repartidos en 14 pagas.

Por otra parte, para que una persona pueda cobrar una pensión no contributiva también hay que tener en cuenta sus ingresos anuales, a parte de los años de cotización, que nunca podrán ser superiores a 5.899,60€ anuales. Además, en caso de vivir con un cónyuge o familiar de segundo grado se atenderá a los ingresos del grupo familiar.

Motivos por el que pueden retirar una pensión no contributiva 

La Seguridad Social especifica algunos requisitos que los pensionistas deben cumplir si no quieren ver cómo les quitan su prestación, alguno de ellos puede tratarse de una retirada temporal hasta regular su situación con la Administración Pública.

Tener ingresos superiores a los establecidos por la ley

Uno de los motivos mayoritarios por los que se produce la retirada de la pensión no contributiva en 2023 es por superar los límites de ingresos establecidos por la ley. Este umbral de ingresos varía dependiendo de la cantidad de personas que conformen la unidad de convivencia. En caso de que una sola persona supere los 5.899,60€ anuales, la Seguridad Social retira la prestación. 

Esta cantidad aumenta hasta los 10.029,32€ anuales en caso de que convivan dos personas, de 14.159,04 para un grupo de 3 personas o los 18.288,76€ si el grupo familiar es de cuatro. También hay que tener en cuenta que el límite también varía dependiendo del grado de consanguinidad con los convivientes.

No declarar los ingresos por unidad de convivencia

Los pensionistas tienen la obligación de declarar los ingresos de toda la unidad de convivencia durante los tres primeros meses del año. En caso de no hacerlo es uno de los motivos por los que la Administración puede retirar la pensión no contributiva. Eso sí, cabe destacar que tienen la posibilidad de recuperarla si regulan su situación ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

No notificar a la Seguridad Social las modificaciones

A lo largo del tiempo pueden ir variando el estado civil, la domiciliación bancaria o el domicilio fiscal. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) recuerda que es obligatorio informar de cualquier tipo de modificación que se produzca sobre los datos personales del beneficiario. Esto ocurre porque la información personal puede afectar a la cuantía que se cobra y en caso de no avisar se puede retirar la pensión no contributiva.

Cambio de oficio por parte del beneficiario 

Por último, es importante saber que el Instituto Nacional de la Seguridad Social puede realizar en cualquier momento una investigación de los beneficiarios de las pensiones para saber si han cambiado de oficio. En caso de que se detecte alguna irregularidad o algún dato que no se haya notificado a la Seguridad Social, se podrá retirar la prestación. 

En caso de que la persona beneficiaria cambie de oficio pero no repercuta en su nivel de ingresos no se retirará la pensión, pero siempre es importante notificar de cualquier cambio que se produzca. Si por el contrario, sí que se superan los límites establecidos por la ley, la Administración Pública podrá solicitar que se devuelva el dinero cobrado de más.

Requisitos para cobrar una pensión no contributiva 

La pensión de jubilación no contributiva se concede a aquellas personas mayores de 65 años que no han cotizado lo suficiente para tener derecho a una pensión contributiva. La pensión de invalidez no contributiva se concede a personas con discapacidad en grado total, absoluta o gran invalidez, que no tienen suficientes recursos económicos.

Para poder acceder a una pensión no contributiva, es necesario cumplir una serie de requisitos establecidos por la ley. En el caso de la pensión de jubilación no contributiva, es necesario tener 65 años o más, estar empadronado en España y tener una residencia legal en el país durante al menos 10 años, sin haber cotizado lo suficiente para recibir una pensión contributiva.

Por otro lado, para poder acceder a la pensión de invalidez no contributiva, es necesario tener una discapacidad en grado total, absoluta o gran invalidez, tener una residencia legal en España y no tener suficientes recursos económicos para mantenerse. Además, se debe haber residido en el país durante al menos cinco años.