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José Carlos Guerra
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Sus restos mortales permanecieron siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas a la espera de su identificación. Su madre ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de la menor y darle el último adiós en la zona dedicada al enterramiento de personas musulmanas.
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