Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Entrevista | Arminda González, madre de Zeben Ramos

Las lágrimas amarillas de Arminda: «Zeben está aquí y me escucha; celebra desde el cielo cada victoria de la UD Las Palmas»

La madre del jugador amarillo, cuya muerte conmocionó a toda una isla, abre las puertas de su casa y desnuda su corazón por primera vez contando detalles desconocidos; «en el féretro está vestido con el equipaje de la UD, Yéremy estuvo en el Hospital y su último mensaje fue a Tonono»

Gáldar

La vida de Arminda González cambió el 9 de junio de 2025, cuando recibió la llamada de que su hijo había sido atropellado. Zeben Ramos luchó durante 17 días, hasta que su corazón dejó de latir. Cuatro meses después, su habitación sigue intacta y sus recuerdos presentes, así como su esencia, esa que marcó a toda la UD Las Palmas. Lágrimas amarillas por el dolor de toda una vida por delante y su deseo truncado de triunfar en el Estadio de Gran Canaria.

¿Dónde estaba el 9 de junio cuando aconteció el fatal accidente que finalmente le costó la vida a su hijo? ¿Cómo recuerda aquella fecha, cuando han transcurrido 131 días?

Estaba aquí, en casa. Me acosté a dormir la siesta y cuando me levanté... Me llamó mi sobrina a las 21:40 y me dijo que Zeben había tenido un accidente. Yo cada vez que salía le decía que tuviera cuidado. Me puse a llamarlo a su móvil hasta que la Guardia Civil me lo cogió y me dijo que lo habían atropellado y que se lo iban a llevar al hospital. Me fui loca y cuando llegué estaban todos los amigos.

Fueron 17 días en coma...

Yo siempre tuve esperanza de que viviera. Él era valiente y fuerte, quería cumplir su sueño, que no era otro que triunfar en la UD Las Palmas. Yo decía por favor, si hay un Dios que me ayude. Yo ese lunes le había dicho a la doctora que parecía que le veía mejor y me dijeron que sí, que estaba respondiendo bien. Pero por la noche falleció.

¿Qué fue lo último que le dijo la tarde del 9 de junio antes de irse de casa?

Venían dos amigos de Huesca por el cumpleaños de uno. Me dijo que si le compraba una piñata y le dije que sí, pero que íbamos al día siguiente. Ese día llegó a casa loco de contento porque Tonono le había dicho que seguía en la UD. Al terminar de comer dijo que iba a ir al Puertillo con los chiquillos y hasta ahí. En el hospital no me acuerdo, porque le dije tantas cosas... Él nos escuchaba a todos. Su entrenador Robaina una de las veces habló con él y le cayeron lágrimas.

Habitación de Zeben con sus trofeos, cuadros y balones conmemorativos

Habitación de Zeben con sus trofeos, cuadros y balones conmemorativos / Jose Carlos Guerra

¿Qué piensa cuando respira en esta habitación? Parece la habitación de la paz.

Está su olor. Entro varias veces al día y hablo con él. Le cuento cosas, le digo lo que he hecho en el día a día.

Parece que todo está tal cual lo dejó él...

Sí. No hemos querido tocar nada a excepción de algunas prendas de ropa, que se la han llevado amigos y familiares para aprovecharlas. Lo único que hemos dejado en su ropero es su colección de camisetas de fútbol. Le encantaba el fútbol, daba igual el equipo. En la cama siguen sus peluches, esos que tanto quería como este Mickey Mouse, que era de cuando era bebé y lo agarraba por el rabo para darle vueltas. Su escritorio, sus bolígrafos...

El entierro de Zeben dejó imágenes impactantes como el féretro con la bandera de la UD Las Palmas. ¿De quién fue la idea?

Yo llamé al club a ver si me dejaban algo para ponérselo y le pusimos la ropa. Iba vestido con el equipaje de la UD Las Palmas, una gorra y una bufanda. Robaina me dijo que si no me importaba que Zeben vistiera con su camiseta (la de Robaina) y así se fue. Se marchó como le hubiera gustado, vistiendo los colores que le hacían feliz.

¿Cuál fue la visita que más le sorprendió?

A mí me sorprendía que Tonono y Robaina estuvieran siempre ahí, a su lado. Vino también Yeremy Pino y Vitolo. Miguel Ángel Ramírez se volcó, me llamaba por teléfono y me dijo que pasara el tiempo que pasara contáramos con él. De hecho nos dejó un piso al lado del Negrín para no desplazarnos todos los días desde Gáldar hasta Las Palmas.

Tatuajes de Arminda con el nombre de sus dos hijos, la frase palante y una silueta de la última romería de Gáldar

Tatuajes de Arminda con el nombre de sus dos hijos, la frase palante y una silueta de la última romería de Gáldar / Jose Carlos Guerra

Su hijo miró al Gran Canaria el 9-J y dijo: 'Yo triunfaré en ese estadio'. Firmó el contrato y voló al cielo...

Se lo dijo a Tonono. Dice que él nunca les suele decir a los niños si van a seguir o no hasta pasar unos días, pero dice que ese día decidió decírselo a Zeben. Fue el destino. Su padre nunca almorzaba con él porque trabaja de noche y a la hora del almuerzo dormía, pero justo ese día comió con él.

¿Qué era la UD para Zeben? ¿Quién era su ídolo?

La UD para mi niño lo era todo. Es amarillo a muerte y jugar en el Gran Canaria siempre fue su sueño. Su ídolo era Marcelo, el que jugaba en el Real Madrid. De hecho, tuvo un detalle y cuando Zeben estaba en el hospital le mandó un vídeo dándole ánimos. Estoy segura de que Zeben lo escuchó.

Fue recogepelotas el 22-J del Cordobazo y el 21-J del ascenso con el tanto de Araujo. Además, se quedó con las botas del Chino.

Sí. Para él significó mucho haber vivido ese momento, al igual que el último ascenso, que estaba en el Gran Canaria. Uno de sus amigos estaba de cámara en el césped y Zeben le pidió un trozo de red y al final entre unas cosas y otras nunca se la dio. El día de su entierro, vino con un cuadro y esa red enmarcada con una dedicatoria. Fue feliz con cada uno de los ascensos que vivió, y lo seguirá siendo desde el cielo, celebrando cada gol y cada victoria.

¿Sabe algo de la investigación de la Guardia Civil de Tráfico sobre el accidente? ¿Hubo alguna irresponsabilidad?

A él le atendieron, nunca le dejaron solo. Fue un coche pero no quiero saber nada más. No quiero verlo ni conocerlo. No le guardo rencor, pero que se encargue la justicia. A mi hijo no me lo va a devolver nadie.

¿Es usted católica?

Sí. La fe es muy grande y me ha ayudado. A veces me pregunto de dónde he sacado tanta fuerza. De hecho la primera vez que llegué a casa encendí una vela y se formó un corazón.

Los padres de Zeben sentados en la cancha que llevará su nombre, en Gáldar

Los padres de Zeben sentados en la cancha que llevará su nombre, en Gáldar / Jose Carlos Guerra

¿Cree que su hijo la está viendo desde el cielo?

Claro. Está conmigo siempre. Me ve, me acompaña y me escucha siempre.

¿Qué sintió el pasado viernes cuando Kirian Rodríguez lució el brazalete de capitán con el nombre de su hijo?

Me dejó sin palabras porque no me lo esperaba. Me habían dicho que la base de la UD iba a jugar con ese brazalete, pero no me esperaba que Kirian fuera a lucirlo. Fue una emoción increíble.

¿En qué medida le ha afectado la muerte de Zeben en su quehacer diario?

Mi día a día nunca lo voy a recuperar, porque yo siempre estaba pendiente de él para llevarle a entrenar, darle el almuerzo, despertarle de la siesta... Siempre era yo la que le acompañaba a los partidos, me conocía todos los estadios de la Isla y ahora...

La base de la UD se ha movilizado de forma reseñable para enaltecer la figura de su hijo, ¿le gustaría que el Anexo llevase su nombre?

Buf. Sería lo más grande. Sé que a él nunca le van a olvidar. Sabía que era buen niño, noble y con un corazón enorme pero yo no sabía el impacto que tenía hasta que me lo demostraron en el hospital y durante el duelo. Incluso sus amigos me siguen mandando mensajes.

Las lágrimas de Tonono, jefe y director de la base, fueron otras de las imágenes más reseñables del adiós de Zeben que impactó a una Isla.

El club se ha volcado con nosotros y no tenemos nada que reprocharles, sino al contrario. Siempre estaban en el hospital con Zeben.

¿Va mucho al cementerio?

Mínimo dos veces en semana. Ahí me siento bien, le tengo cerca. Siempre tiene flores, nadie le ha olvidado. Incluso sus amigos de siempre van mucho, se sientan en un banco y hablan con él.

¿Es usted abonada de la UD? ¿Sigue al equipo?

Fuimos en su momento pero ahora no. Ahora lo vemos por la tele y de vez en cuando en el Estadio. A ver a Las Palmas C sí vamos más.

¿Quién conforma su apoyo en esta fase tan dolorosa?

Mi marido, mi hermana Pilar y mi hijo. Delante de mi hijo el mayor intentamos estar fuertes para que no se derrumbe. Él también lo sufre por dentro y lo está pasando muy mal.

Y en unas semanas, las Navidades. Las primeras sin su hijo.

Su cumpleaños es el 7 de enero. Fue el mejor regalo. Aguanté todo el día de Reyes porque tenía a su hermano, que tenía 3 años. Nació de madrugada y vino para alegrarnos la vida a todos.

Si pudiera ver a Zeben, ¿qué le diría?

Le diría de todo, pero su padre no. Su padre está enfadado con el mundo y dice que le daría dos collejas. Siempre le pedíamos por favor que tuviera cuidado, que no se pusiera los casos y la música tan alta. El último mensaje que envió fue a un amigo y a Robaina dándole las gracias por haber confiado en él.

Porta algo de su hijo... ¿Alguna pulsera?

Tengo varios tatuajes. Una silueta de mi hijo en la última romería de Gáldar. También llevo su nombre y la frase de 'pa lante', que siempre la tenía en la boca, junto a su número, el 12. Ese lo llevamos toda la familia en su recuerdo. Además, una pulsera con su nombre que me regalaron por mi cumpleaños y un colgante con su inicial.

¿Qué representa para usted contar con una cacha o espacio deportivo que lleve su nombre como homenaje?

Ese es un premio enorme, sobre todo para su padre, que pasa todos los días por ahí. Hasta de grande me decía que iba para allá a jugar y yo le decía que por favor tuviera cuidado con las piernas. Ese siempre ha sido el sitio de su recreo.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents