Cuando el arquitecto, y discípulo de Gaudí, Manuel Vega i March recibió en 1907 el encargo de Francisco Gourié y el cura Francisco Cárdenes de erigir un gran templo de cantería para sustituir la antigua y algo decrépita iglesia de San Juan de Arucas, construida en 1515 y que había sobrevivido a los siglos a golpe de ampliaciones, nunca imaginó que ya su sobrada imaginación iba a ser ampliamente superada por los labrantes de la ciudad que lo acogía.
La iglesia de San Juan de Arucas pasa a quirófano
Cuando el arquitecto, y discípulo de Gaudí, Manuel Vega i March recibió en 1907 el encargo de Francisco Gourié y el cura Francisco Cárdenes de erigir un gran templo de cantería para sustituir la antigua y algo decrépita iglesia de San Juan de Arucas, construida en 1515 y que había sobrevivido a los siglos a golpe de ampliaciones, nunca imaginó que ya su sobrada imaginación iba a ser ampliamente superada por los labrantes de la ciudad que lo acogía.
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