La subida de precios por la falta de materias primas y en la gasolina está afectando a muchos sectores, entre ellos el de la alimentación. Si hace unos días la empresa Doramas, creadora de los bizcochos de Moya, informó que de seguir esta escalada de precio tendrán que cerrar, ahora se le suma la célebre dulcería Nublo de Tejeda. “Todos los días es levantarse asustada, el coste es terrible, todos los días suben las mercancías y algunas grandes superficies nos quieren subir los precios por lo que hemos tenido que dejar de venderles", informa la responsable del establecimiento, Rosa Mari Medina.

“Espero poder subsistir, este año tenemos que volver a apretarnos los cinturones, el gran palo nos llevamos siempre las pequeñas empresas", asegura a Cope Canarias.

 En cuanto a la supervivencia de los productos de la dulcería, remarca que “Tenemos para cuatro o cinco meses, creo que en este tiempo esto se pueda solucionar. En caso contrario tendrá que replantearse continuar o no con el negocio porque reconoce que “el ama de casa es el consumidor final, pero tienen otras prioridades como la alimentación, la leche...”, manifiesta.

Además, reconoce que son gente de campo y “nos echamos a la boca lo que podemos revolver", pero apunta que el incremento de la gasolina es un handicap porque “vender, aunque sea un mazapán, tenemos que recorrer más de 40 kilómetros."

Reconoce que están pasando el peor momento desde que se fundó en 1945. "Mi suegra la montó en la posguerra, hemos pasado crisis; muchísimas, pero creo que es el peor momento que estamos viviendo", concluye.