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José Carlos Guerra
Ver galería >A pocos días para Navidad, la ilusión y la alegría comienzan a notarse con más intensidad. Una época del año en la que compartir en familia, los reencuentros y las reuniones con aquellas personas a las que hace tiempo que no ves se hacen posible, y donde se crean esos momentos en los que te das cuenta de lo afortunado que puedes llegar a ser. Aunque muchos niños pierden esta ilusión cada vez antes, hay otros muchos que viven esta época como si fuera mágica, como es el caso de los usuarios del centro ocupacional de Gáldar.
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A pocos días para Navidad, la ilusión y la alegría comienzan a notarse con más intensidad. Una época del año en la que compartir en familia, los reencuentros y las reuniones con aquellas personas a las que hace tiempo que no ves se hacen posible, y donde se crean esos momentos en los que te das cuenta de lo afortunado que puedes llegar a ser. Aunque muchos niños pierden esta ilusión cada vez antes, hay otros muchos que viven esta época como si fuera mágica, como es el caso de los usuarios del centro ocupacional de Gáldar.
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A pocos días para Navidad, la ilusión y la alegría comienzan a notarse con más intensidad. Una época del año en la que compartir en familia, los reencuentros y las reuniones con aquellas personas a las que hace tiempo que no ves se hacen posible, y donde se crean esos momentos en los que te das cuenta de lo afortunado que puedes llegar a ser. Aunque muchos niños pierden esta ilusión cada vez antes, hay otros muchos que viven esta época como si fuera mágica, como es el caso de los usuarios del centro ocupacional de Gáldar.
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A pocos días para Navidad, la ilusión y la alegría comienzan a notarse con más intensidad. Una época del año en la que compartir en familia, los reencuentros y las reuniones con aquellas personas a las que hace tiempo que no ves se hacen posible, y donde se crean esos momentos en los que te das cuenta de lo afortunado que puedes llegar a ser. Aunque muchos niños pierden esta ilusión cada vez antes, hay otros muchos que viven esta época como si fuera mágica, como es el caso de los usuarios del centro ocupacional de Gáldar.
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A pocos días para Navidad, la ilusión y la alegría comienzan a notarse con más intensidad. Una época del año en la que compartir en familia, los reencuentros y las reuniones con aquellas personas a las que hace tiempo que no ves se hacen posible, y donde se crean esos momentos en los que te das cuenta de lo afortunado que puedes llegar a ser. Aunque muchos niños pierden esta ilusión cada vez antes, hay otros muchos que viven esta época como si fuera mágica, como es el caso de los usuarios del centro ocupacional de Gáldar.
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A pocos días para Navidad, la ilusión y la alegría comienzan a notarse con más intensidad. Una época del año en la que compartir en familia, los reencuentros y las reuniones con aquellas personas a las que hace tiempo que no ves se hacen posible, y donde se crean esos momentos en los que te das cuenta de lo afortunado que puedes llegar a ser. Aunque muchos niños pierden esta ilusión cada vez antes, hay otros muchos que viven esta época como si fuera mágica, como es el caso de los usuarios del centro ocupacional de Gáldar.
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A pocos días para Navidad, la ilusión y la alegría comienzan a notarse con más intensidad. Una época del año en la que compartir en familia, los reencuentros y las reuniones con aquellas personas a las que hace tiempo que no ves se hacen posible, y donde se crean esos momentos en los que te das cuenta de lo afortunado que puedes llegar a ser. Aunque muchos niños pierden esta ilusión cada vez antes, hay otros muchos que viven esta época como si fuera mágica, como es el caso de los usuarios del centro ocupacional de Gáldar.
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