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La Fiesta del Almendro de Tejeda celebró su 50 aniversario con el pueblo desbordado de vehículos y una meteorología casi acorde al himno grancanario que pregona que «hay nieve y sol en la cumbre». Tras una mañana soleada, la lluvia y una granizada sorprendieron a los que regresaban a casa tras disfrutar de las actuaciones folclóricas, las comidas canarias y todos los productos imaginables de una almendra.
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La Fiesta del Almendro de Tejeda celebró su 50 aniversario con el pueblo desbordado de vehículos y una meteorología casi acorde al himno grancanario que pregona que «hay nieve y sol en la cumbre». Tras una mañana soleada, la lluvia y una granizada sorprendieron a los que regresaban a casa tras disfrutar de las actuaciones folclóricas, las comidas canarias y todos los productos imaginables de una almendra.
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