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Visitar Valleseco por las fiestas de la Encarnación y de la Manzana le pareció un buen plan a miles de personas que se acercaron al municipio norteño para saborear no solo la sidra que sale de sus diferentes lagares, que se ofrecían al público en culines o botellas, sino también la fabada, uno de los platos que también ha ido ganando adeptos a lo largo de más de una década.
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