Chano Gil y Saúl son los dos canarios que ya han logrado huir de Ucrania, donde les cogió el inicio del conflicto bélico y que se encuentran a salvo en Polonia. El primero de ellos ya está en Gran Canaria y ha contado la experiencia que ha tenido que vivir en el pais del este de Europa desde que Rusia decidió invadir a su país vecino. 

En este momento, el grancanario acudió a dar clase. En ese momento se trasladó hasta Kiev y se unió al convoy coordinado por los GEO de la Policía Nacional para salir de Ucrania en dirección a Polonia. “Algo que nos enseña lo efímera que es la vida”, señaló a los micrófonos de COPE Canarias antes de coger el vuelo a las Islas desde el aeropuerto Madrid-Barajas.

Chano iba en el convoy con cuatro monjas y un matrimonio con hijos, del que se asegura sentirse responsable y estuvo día y noche conduciendo, relevándose con el marido de la pareja, a través de carreteras secundarias, algo que ralentizó la salida del país. 

Gil reconoce que cuando llegó a Polonia le dio un bajón al rememorar lo que había ocurrido y vivido y en especial a los jóvenes a los que iba a dar clase. Con algunos mantiene el contacto a través de redes sociales, pero lamenta que estas personas, que, hasta hace unos días, ensayaban con su instrumento “tengan ahora un arma en sus manos para defender su país”. Además recuerda como ayudó un trompetista le ayudo a llegar hasta Kiev, sin el cual, “no habría podido salir”.

También ha querido destacar la actuación del Ministerio en la salida de Ucrania y reclama a la ONU que instale casetas en la frontera ante el frío que hay ahora mismo en la zona y la gran cantidad de personas que se agolpan para huir de Ucrania. Personas que asegura, “van a tardar un mes hasta poder salir de allí”.

Además, ha querido elogiar al pueblo ucraniano por su fortaleza destacando que son “un pueblo seguro de sí mismo. Si pretenden conquistarles en unos días, lo llevan claro. Esta gente es de otra pasta” y advierte que advierte además de que "el conflicto que vive este país, mañana puede extenderse a otro territorio" y valoraba la actuación de la Unión Europea que ha sido "tardía, aunque necesaria" a la hora de parar a Putin: “Es como el vecino que está todo el día amenazando y afecta a la convivencia común, algún día alguien tendrá que decirle algo”, terminaba.