El comienzo de la romería ofrenda de La Luz se está dilatando unos minutos, por lo que a los que les gusta la juerga y llevar el timple a cuestas no les queda otro remedio que echarse la arrancaílla a cantar y mover un poco el cuerpo. Sin duda, pronto se convierten en el centro de atención de locales y, sobre todo, los turistas que merodean por la calle Luis Morote, donde están apostados. Y es que los romeros están de regreso en La Naval.