Las casas que levantaron el Puerto de Las Palmas

El pasado 12 de mayo se cumplieron 61 años de la colocación de la primera piedra de estas viviendas construidas por el Estado para albergar a los trabajadores de La Luz

Viviendas de la Junta de Obras del Puerto

Viviendas de la Junta de Obras del Puerto / José Carlos Guerra

Las Palmas de Gran Canaria

Telde, Gáldar, Arucas y Agaete son solo algunos de los municipios desde donde se trasladaban a diario los trabajadores del Puerto de Las Palmas a en la primera mitad del siglo XX y quienes, por necesidad, fueron construyendo sus casas, muchas de ellas infraviviendas, en las cercanías del recinto portuario, en La Isleta.

Muchos de ellos, los que trabajaban para la Junta de Obras del Puerto, fueron alojados más tarde en los bloques de viviendas que aún siguen en pie a la entrada de La Luz por el Muelle Grande y que popularmente fueron alojados en el edificio de la Junta de Obras que aún sigue en pie en la entrada de La Luz por el Muelle Grande, que popularmente se siguen conociendo con el nombre de que tenía entonces la Autoridad Portuaria. 

El cronista oficial del Puerto, Juan Francisco Fonte, recuerda que estos bloques de viviendas se construyeron en el solar de los talleres de la Junta de Obras de los puertos de La Luz y Las Palmas y fueron ideados por el que fuera su director, Rafael Picó Cañeque, aunque para su construcción fue precisa la autorización del Ministerio de Obras Públicas.

Fue el 22 de febrero de 1957 cuando este ministerio cedió a través de un decreto al Patronato de Casas para Funcionarios, Técnicos y Empleados tres parcelas anexas al Puerto para la construcción de viviendas, una de ellas, de 1.600 metros cuadrados, para la Junta de Obras. Las otras dos tenían 1.360 y 13.800 metros cuadrados.

Casi 25 millones de pesetas

Sin embargo, tuvieron que pasar seis años para que se licitara públicamente, a través de una subasta, la ejecución de las obras por un coste de 24.705.200,89 pesetas que se pagarían en distribuidos entre las siguientes anualidades. Ese primer año se abonarían 4.705.200,89 pesetas, en 1964, 17.000.000 pesetas, y en 1965, 3.000.000 pesetas.

Bloques de viviendas a la entrada del Puerto de Las Palmas

Bloques de viviendas a la entrada del Puerto de Las Palmas / José Carlos Guerra

El 12 de mayo de 1964 comenzaron a levantarse los bloques de 168 viviendas con la colocación de la primera piedra y dos años después, el 18 de octubre de 1966 se entregaron oficialmente las casas, aunque sus habitantes ya residían en ellas.

Premios

En ese acto, que contó con la participación de numerosas autoridades públicas, entre quienes se encontraban del Subsecretario de Obras Públicas del Ministerio, Vicente Mortes, el gobernador civil, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Federico Díaz Bertrana, y el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, José Ramírez Bethencourt, y el subdirector del puerto, entre otros, se entregaron dos premios especiales, al primer matrimonio y al primer nacimiento.

Las familias que inicialmente ocuparon estas viviendas en régimen de alquiler asequible tuvieron la oportunidad de comprarla casi tres décadas después, en 1990, tal como se ha hecho con otras urbanizaciones sociales. Para acceder a ellas, los adjudicatarios o herederos tuvieron que demostrar previamente que vivían allí.

Similares a Telde

El cronista oficial del Puerto explica que el barrio creció a la par que lo hacía los muelles y los espacios portuarios, «al principio con chabolas, casetas de maderas que los obreros iban construyendo para alojarse en esos sitios, y luego se fueron construyendo casas poco a poco, pasando de una zona virgen» al núcleo que es hoy en día.

«Lo hicieron por necesidad, porque venían de las zonas rurales del norte, sobre todo, Gáldar, Agaete y Guía, y de Telde, por lo que se vieron obligados a ir montando casas poco a poco para albergarse primero en espacios muy modestos que después fueron mejorando», apunta.

Imagen de las viviendas en la década de los 70

Imagen de las viviendas en la década de los 70 / 'Las Palmas de ayer y hoy'

Con el tiempo, el Ayuntamiento de Las Palmas, añade Fonte, «urbanizó el terreno con las calles, el alcantarillado y el abastecimiento de agua en las casas», generándose un barrio «como Guanarteme, Santa Catalina o Las Alcaravaneras, formando parte de la capital».

Juan Francisco Fonte señala que Juan Medina Sanabria recogió en su libro La Isleta / Puerto de la Luz: Raíces, «las casas, por su fisonomía, eran muy parecidas a las de Telde, porque de allí vinieron muchos trabajadores que traían a los albañiles que aplicaban las mismas técnicas» que en este municipio.

Pero también formaron parte de la población inicial de La Isleta personas que llegaron de Lanzarote y Fuerteventura, continúa el cronista, que destaca que entonces había hasta 5.000 obreros en el Puerto, «unos en la carga blanca, es decir, las mercancías para el abastecimiento y la exportación, y otros para manejar la carga negra, el carbón que llegaba en barcos, se pasaba a las gabarras y luego a depósitos en tierra». A ellos había que sumar los de las «falúas, las embarcaciones, los remolcadores, los amarradores... era el lugar que más trabajo daba en aquel momento».

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