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Corea 'saluda' a Canarias con k-pop y 'El Juego del Calamar': la escultura del 'Greetingman' se inclina ante el Puerto de Las Palmas

El embajador de Corea en España, Lim Soosuk, presidió la inauguración de esta obra con la que se celebra los lazos de amistad entre los dos pueblos

Inauguración de la escultura 'Greetingman' en la plaza de Canarias

Esther Medina Álvarez

Las Palmas de Gran Canaria

Con seis metros de altura y dos toneladas, el Greetingman se inclina en una reverencia mirando hacia el Puerto de Las Palmas, el mismo recinto al que hace ya 59 años llegó el Kanghwaho 601, el primero de los 250 barcos que conformaron la flota pesquera coreana en Las Palmas de Gran Canaria. La escultura, obra de Yoo Young-ho, quedó inaugurada este martes en uno de los actos organizados para celebrar el Día Nacional de Corea -que se conmemoró el pasado 3 de octubre-, coincidiendo con el 75 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre este país y España.

El embajador de Corea en España, Lim Soosuk, fue el encargado de presidir este acto inaugural que contó con la presencia del cónsul en Las Palmas, Moon-hee Koh, el portavoz del Gobierno de Canarias, Alfonso Cabello, el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, la presidenta de la Autoridad Portuaria, Beatriz Calzada, el presidente de la comunidad coreana, Choi Ki-hwan, y el representante del Comité de Promoción Turística de Canarias, Kim Park Duck, entre otros.

Puesta en escena

La inauguración de la escultura, el primer Greetingman de Europa, combinó la solemnidad de las inauguraciones con la exhibición de bailes de K-pop a cargo del grupo Meraki y de vehículos de una reconocida marca de coches, y un guiño a una de las series coreanas que despertó un gran interés en España, 'El Juego del Calamar', con personas ataviadas con la vestimenta característica de sus personajes en la plaza de Canarias. Este despliegue hizo que a los invitados se sumaran, además, algunos de los turistas que llegaron durante la mañana del martes al Muelle de Santa Catalina a bordo del crucero Apex de Celebrity Cruises, alcanzándose los más de 250 espectadores.

El embajador de Corea expresó a la comunidad coreana su «profundo respeto por su dedicación hacia su patria» y agradeció a la ciudadanía de Canarias que les haya acogido «como hermanos y hayan colaborado estrechamente» con los marineros que llegaron a la isla en el tercer tercio del siglo XX. Asimismo, agradeció al artista Yoo Young-ho la donación de «esta magnífica obra en honor de la amistad entre Corea y España».

«Más fuerte que nunca»

«Hace 60 años Corea era uno de los países más pobres del mundo y el impulso de nuestra flota de pesca de altura fue una base muy valiosa para el desarrollo económico» de este país, aseveró en su intervención. «Este año celebramos 75 años de nuestras relaciones diplomáticas y los lazos entre Corea y España son hoy más fuertes que nunca y en todos los ámbitos. Las Palmas es un símbolo de esa unión y deseo de corazón que la sencilla semilla de esta amistad plantada aquí siga creciendo hasta convertirse en un árbol cada vez más grande y hermoso».

Actuación de K-pop del grupo Meraki

Actuación de K-pop del grupo Meraki / Andrés Cruz

El diplomático señaló que el comercio entre Corea y España mueve «7.000 millones de dólares», aproximadamente, pero «también prevé que hay muchos ámbitos donde se puede colaborar como las energías renovables o los contenidos culturales». Por otro lado, la república asiática está realizando una fuerte apuesta por el continente africano, con cuyos países ha mantenido una cumbre y el año pasado «decidió aumentar hasta el doble la inversión» que realiza en este continente.

Seis décadas lejos de su tierra

El cónsul de Corea en Las Palmas, por su parte, afirmó que el Greetingman «permanecerá en la memoria de todos» como «un monumento que rinde homenaje a los profundos lazos históricos entre nuestros pueblos y que reafirma, al mismo tiempo, la amistad sincera que nos une».

Asimismo, quiso dedicar parte de su intervención a sus compatriotas que «durante seis décadas han vivido lejos de su tierra natal, han superado innumerables dificultades y desafíos en un entorno desconocido y han sabido mantener con orgullo su identidad y espíritu como coreanos». Para ello, recordó, han contado con el apoyo y el calor de «los ciudadanos canarios que en aquellos tiempos difíciles» les acogieron.

El embajador de Corea, Lim Soosuk, durante su intervención en el acto de inauguración de la obra

El embajador de Corea, Lim Soosuk, durante su intervención en el acto de inauguración de la obra / Andrés Cruz

Proyectos en marcha

Alfonso Cabello resaltó que la obra de Yoo Young-ho no solo recuerda la relación histórica enter Corea y Canarias, sino que es «una apuesta de futuro también». En ese sentido, señaló que hay varios proyectos en marcha «desde la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y del Gobierno de Canarias en temas vinculados a la economía azul y al mundo portuario, pero también en infraestructuras vinculadas a la optimización del agua y la lucha contra el cambio climático» en los que está implicado Corea tanto desde la diplomacia como desde el ámbito científico.

El público disfruta de una de las actuaciones del grupo Meraki.

El público disfruta de una de las actuaciones del grupo Meraki. / Andrés Cruz

Finalmente, Beatriz Calzada afirmó que «el Greetingman representa la historia compartida entre Corea y Canarias, un vínculo que nació en los muelles del Puerto de Las Palmas y que hoy se transforma en un símbolo de amistad y cooperación cultural». Sin embargo, apuntó la presidenta de la Autoridad Portuaria, es La Luz quien «quiere expresar su gratitud hacia el pueblo coreano, que contribuyó decisivamente al desarrollo económico de nuestras islas, llenando nuestros muelles de actividad y de vida. Esa imagen de prosperidad y colaboración forma parte esencial de nuestra historia portuaria, y seguimos trabajando para que pronto vuelva a repetirse».

Paz y agradecimiento

La escultura del Greetingman representa la figura de una persona realizando el tradicional saludo coreano que consiste en una reverencia de 15 grados y que, según su autor, Yoo Young-ho, es el principio y final de cualquier relación.

La obra fue donada por el escultor y la Autoridad Portuaria se encargó de la construcción de la cimentación de hormigón armado, de su transporte y montaje, y la colocación de placas conmemorativas de granito con inscripciones en español, coreano e inglés, con una inversión cercana a los 40.000 euros.

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