Lágrimas, abrazos, emoción...Afganistán. Algo más de un centenar de soldados fueron recibidos como héroes en el Aeropuerto de Fuerteventura por amigos y familiares.

El caso de María Nieves Felipe Betancor es solo una muestra. Ella viajaba en el mismo blindado que el cabo Cristo Ancor Cabello Santana cuando un artefacto hizo explosión y les alcanzó. Ella vive para contarlo después de recuperarse de las lesiones. Sin embargo, el grancanario no tuvo la misma suerte.

La soldado Betancor llegó anoche a Fuerteventura con un grupo de 102 militares del Mando Militar de Canarias desplegado en Afganistán.

La salida del soldado Bermejo por la puerta de llegadas en la terminal del aeropuerto de Fuerteventura convirtió las dependencias aeroportuarias en una auténtica fiesta. Pero no solo para ella, todos fueron aclamados. Ella fue la primera en salir del grupo de los 102 militares del Mando Militar de Canarias que llegaron anoche a la isla tras permanecer cuatro meses en Afganistán.

Pero no era un regreso habitual. El alférez Rafael Santana, herido en el atentado donde murió el cabo grancanario Cristo Ancor, se reencontró con la soldado Andrea Betancor, la joven de Gran Canaria también afectada por la explosión bajo el blindado. La tensión acumulada se convirtió en felicitaciones y lágrimas de alegría. Las heridas de la "guerra" contra los talibanes ya han quedado atrás, pero no se olvidarán nunca.

Las mochilas y petates se entremezclaban con los abrazos y besos. En sus rostros se denotaba el cansancio acumulado por las 23 horas de vuelo desde el país asiático, tras sendas escalas en Turquía y Madrid. El capitán Grijalvo valoró el papel de los efectivos del 'Soria 9' en Afganistán y señaló cómo echaba "de menos a la familia". Como todos.