Las rogativas no son cosa del pasado. Los vecinos de La Vega de Tetir, en el municipio de Puerto del Rosario, sacan cada 30 de noviembre en procesión a San Andrés para rogarle que interceda y traiga la ansiada lluvia a los campos majoreros.

Y ayer no fue una excepción. Un grupo de feligreses sacaron del templo la imagen del Santo. Curiosamente, en ese mismo instante comenzó a lloviznar entre el murmullo de algunas de las personas que participaban en la procesión y que se vieron obligadas a sacar el paraguas. La imagen fue llevada hasta un lugar denominado La Cruz, en la falda de una montaña donde antiguamente estuvo ubicada una ermita y donde desde hace unos años se erige una nueva. Aquí deberá permanecer el santo hasta el domingo. "A a la espera que haga el milagro de que llueva", recordó una de las mujeres que participó en la procesión. Aunque no tuvo que aguardar tanto.

La tradición recoge que si acababa el mes de noviembre y no había lluvias se consideraba culpable a San Andrés por no cumplir con su responsabilidad como patrón del campo majorero y entonces los vecinos lo despeñaban por un barranco.

San Andrés no debe temer por su integridad porque no será arrojado a ningún barranco sino que el próximo domingo retornará al templo en el transcurso de la romería que se celebra en su honor con la participación de cientos de personas que desde la zona de La Sargenta bajarán la imagen hasta el pueblo.

La asistencia de feligreses no fue muy significativa ayer. Primero por ser día laboral y, segundo, porque muchos vecinos consultados por este periódico criticaron el hecho "de dividir la fiesta en dos jornadas. Hay que volver de nuevo a celebrar todos los actos de forma conjunta para que la procesión tenga el realce de años anteriores".

Pero los escasos asistentes a la procesión no dudaron en realizar sus plegarias y rogativas al santo pidiéndole que llueva en Fuerteventura "para que el agua empape el campo majorero cada vez más seco", señaló Juana Rodríguez. Ayer sólo cayó una ligera llovizna que mojó a San Andrés y a los feligreses, pero fue sólo un espejismo.