Betancuria es cuna de actores y de cultura. Y dialoga con el siglo XVI en pleno tránsito del XXI. La represen-tación teatral de un dialogo histórico sobre el origen de la Patrona insular fue un éxito. A principio de año también lo fue el Auto de Reyes Magos. Seiscientas personas fueron fieles testigos de la calidad de la obra, de la categoría de los actores y del impresionante montaje digno de una verdadera película de época.

Hasta 40 personas, en su mayoría vecinos del municipio de Betancuria, participaron en este montaje promovido desde la Asociación de Amigos de Betancuria La Gavilla y dirigido por Mary Lola Calero, contando con el impulso del Cabildo de Fuerteventura y el Ayuntamiento de Betancuria como organizadores de los actos de la festividad insular.

Catherine de Wilde como La Devoción, David Umpiérrez como el señor de la Isla, Moisés Padilla como el Islote de Lobos y Domingo Castellano como el pregonero, fueron algunos de los personajes que arrancaron los aplausos del público que se mostraban sorprendidos de un espectáculo digno de los mayores elogios.

Los majoreros pudieron disfrutar de un montaje que ha llevado seis meses de preparación y en el que destacó el vestuario de época diseñado por la directora de la obra, una cuidada escenificación e iluminación, y también de manera especial la música de la Agrupación Folclórica del Colectivo Mafasca, que amenizó el desarrollo de la obra con un cuidado repertorio de isas, folías, berlinas o un emotivo arrorró, entre otras piezas muy sentidas.

"La versión de este diálogo que representamos es un canto teatralizado a la Virgen de la Peña, en el que diferentes personajes se presentan y argumentan para ensalzar la figura de la patrona", fueron las palabras de Mary Lola Calero al inicio de la representación, haciendo honor al espíritu con Fernando Matías Arias y Saavedra propició en primer lugar la veneración de la Virgen de la Peña. El numeroso público que abarrotaba la plaza pública de La Vega de Río Palma premió al finalizar la obra a los participantes en la representación teatral con una prolongada ovación el papel de los actores ocasionales y la dirección de la obra, que se esmeró en cuidar los más mínimos detalles, entre ellos el esmerado vestuario de la época. Ya la puesta en escena hacía vislumbrar el éxito. Que se repita.