Los majoreros celebraron ayer el día grande de sus fiestas patronales: la Virgen de la Peña. La mayor parte de sus peticiones a la Reina y Soberana estaban relacionadas con la salud y con la llegada de las lluvias, en uno de los años de mayor sequía que se recuerdan. Uno de los momentos más delicados se produjo al activarse por parte de los efectivos de Protección Civil y Policía Local de Betancuria el dispositivo de búsqueda de una menor que no había regresado a su domicilio en Puerto del Rosario tras la denuncia de sus padres. El obispo Cases hizo durante su homilía un llamamiento a la solidaridad con los más desfavorecidos.

El fuerte calor volvió a castigar ayer a los fieles que se acercaron hasta el pequeño pueblo de La Vega de Río Palmas, al igual que ocurrió en la jornada del viernes durante la romería- ofrenda. Sin embargo, la misa oficiada por el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, fue seguida por numerosas personas, aunque en menor cifra que en la edición anterior, en el interior de la carpa instalada en la plaza pública.

Junto a Cases estuvieron en el improvisado altar los distintos sacerdotes de las parroquias insulares: Miguel Lantigua (Puerto del Rosario), José María González (La Oliva), José María Mena (Corralejo), Jesús Manuel Felipe (Tetir-Casillas), Benjamín Ramírez (Pájara), José Miguel Pérez (Antigua-Betancuria) y Víctor Ondo (Gran Tarajal- Tuineje). También compartieron la eucaristía el sacerdote Cristóbal Rodríguez, que ejerce en Tenerife y que fue hace unos años autor de uno de los pregones más polémicos, y el nuevo párroco de Pájara, Fernando Pérez.

La imagen de la Virgen fue trasladada al mediodía desde el interior del santuario hasta la plaza pública para la celebración de la misa, habiendo sido recibida por los fieles con una enorme salva de aplausos. En primera fila, la representación de autoridades encabezadas por el alcalde de Betancuria, Marcelino Cerdeña, el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, así como parlamentarios regionales, consejeros del Cabildo, concejales de diferentes ayuntamientos y representantes de la Guardia Civil, con su capitán Francisco Alba. No hubo representación del Gobierno de Canarias.

El obispo Cases recordó ante los asistentes las víctimas indefensas que ha provocado la crisis económica e hizo un llamamiento a la solidaridad de los creyentes: "los que tienen nóminas y patrimonio más que suficiente y que deberían entrar en la dinámica de compartir para que los hermanos más desfavorecidos puedan vivir y comer".

El prelado canariense también hizo mención a la corrupción que azota la sociedad, aunque sin citarla, pero se amparó en un pasaje sobre un encargado de cobrar los tributos en el Imperio Romano: "Engañaba a los pobres ciudadanos porque les cobraba de más. Al final, la intervención de Jesús hizo que cambiara de actitud y les devolvió lo que había robado".

Cases hizo hincapié durante su exposición "en la profunda crisis de fe que existe" e hizo votos para recuperar "la alegría de ser creyente, vivir la cercanía de Dios y la solidaridad". Además, añadió que existe una preocupación en la sociedad: "Hay mucha gente que lo está pasando mal. Sentimos que las cosas están peor".

Al termino de la homilía, que fue acogida con una salva de aplausos y vítores a la Virgen, los vecinos sacaron a hombros la imagen para el inicio de la procesión que se extendió por las calles aledañas al santuario, acompañados por los miembros de la rondalla de Betancuria y por los fieles. Una vez concluida la misma se procedió a su ingreso en el templo, donde el obispo Cases ofreció la imagen a los fieles que quisieron acercarse a besarla.

El concejal de Festejos y Protección Civil de Betancuria, Enrique Cerdeña, reconoció a este periódico que "se ha iniciado la búsqueda de una chica de 12 años que no llegó a casa y su familia ha presentado una denuncia". Además, añadió que, "según los datos que tenemos fue vista a las siete de la mañana en la parada de guaguas. Hemos activado un dispositivo de búsqueda por la zona donde fue vista por última vez" .