¿ Cómo fue su estancia en Fuerteventura durante su destierro ?

Tengo que confesar que fue inolvidable, marcó mucho mi vida. Yo venía teniendo una situación familiar y de trabajo estable y de repente me encontré, por haber participado en una reunión para pedir la reconciliación de todos los españoles y el olvido de los enfrentamientos de la Guerra Civil, que se me confinaba en una isla. Al llegar aquí, la isla me pareció árida y muy dura, pero todo eso se compensó por el trato que recibimos de los majoreros. Nunca lo podré olvidar. Esa es una de las cosas que tengo perfectamente catalogadas en mi memoria y en mi manera de juzgar a las personas. Siendo como éramos, unas personas que veníamos precedidos de una fama de vende patrias, traidores, de gente poco menos que maleantes, aquí se nos recibió, al principio con una cierta curiosidad y luego, cuando se nos escuchó, cambió por completo la curiosidad por el afecto. Eso es muy importante en la vida de una persona, que se encuentra en su momento crucial de trabajo y de desarrollo personal sometido a una situación de aislamiento y de recelo por parte de las autoridades oficiales. Sin embargo la población majorera nos recibió, nos acogió y nos asumió como uno más de sus vecinos.

¿ Descubrió aquí el verdadero sentido de la solidaridad y la amistad?

Fue una cosa progresiva. Al principio la gente que tenía acceso a los medios de comunicación sabía que éramos unas personas proscritas por el Régimen y por el Gobierno de aquel entonces. Sin embargo, a pesar de eso y de las consecuencias personales que les podrían afectar, ya que aquí estaba la Policía y el sistema de seguridad de la Guardia Civil que nos vigilaba permanentemente y que sabían con quiénes estamos en contacto, con quiénes nos reuníamos y hablábamos, nos les importo y siguieron abriéndonos su corazón, sus casas y tuvieron con nosotros una actitud fraternal.

¿ Cómo era la vida de usted y sus compañeros hace 50 años en Fuerteventura?

La jornada diaria era normal, éramos unos parados forzosos, no teníamos obligaciones laborales ni profesionales como abogados pues aquí no podíamos ejercer. Pensar, escribir y dialogar, intentar dar a conocer la verdad que llevamos dentro, exponer nuestras ideas, nuestro profundo amor a España. Nos dedicamos a enseñar a escribir y leer a los niños y ellos nos enseñaron a descubrir el mar. El tener una excelente relación con los majoreros fue nuestra salvación.

Se le vio muy emocionado durante el homenaje a los desterrados del Contubernio de Múnich

Cómo no me voy a emocionar cuando han sido recuerdos imborrables. De haber sido recibidos con la mirada recelosa a la entrada a acogernos en sus hogares y darnos regalos anónimos que nos dejaban por las noches para que no hubiera ninguna complicación y evitar los informes de la Guardia Civil o de la Policía con tipos de represalias. Esto no se puede olvidar y cómo no puede emocionarle a alguien que lo ha vivido en su persona en un momento crucial.

¿ Qué significó el confinamiento?

Desde el punto de vista político al final fue una promoción. Cuando salí de aquí, al año y medio Don Juan de Borbón, el Conde de Barcelona, me nombró miembro de su Consejo privado y estuve asesorando al padre del Rey. Cuando llegó el momento de la Transición, en el año 1977, junto con otro grupo de amigos que teníamos entonces inquietudes políticas y que estábamos trabajando por la Transición, formé parte del grupo creador de la Unión de Centro Democrático con Adolfo Suárez, que me dio la oportunidad y me concedió el honor de presidir las primeras Cortes Generales constituyentes teniendo entonces la posibilidad de firmar la Constitución del 78 al lado del Rey. Posteriormente, tuve también por parte de Felipe González su afecto y una atención y me nombró embajador en Centroamérica dándome su confianza para que representara en aquellos momentos al Gobierno de España. Luego, tuve la oportunidad de ejercer de Defensor del Pueblo. He tenido una serie de responsabilidades y de honores que considero que me han sido concedido porque yo estuve en Fuerteventura confinado y nos mantuvimos firmes en nuestra idea ayudados por un pueblo. Eso para mí es la deuda de gratitud que tengo contraída con este pueblo majorero porque todos estos cargos se los debo a Fuerteventura.

¿Qué significó el Contubernio de Múnich?

Un primer paso de entendimiento y reconciliación. Hasta entonces no se habían reunido de una manera oficial y pública los españoles que habían participado en uno u otro bando de la Guerra Civil. Ese hecho se supero en Múnich.

Usted siempre se ha destacado por trabajar a favor de la reconciliación, el dialogo, la integración y la concordia. ¿ Cómo analiza el debate sobre la independencia de Cataluña y del País Vasco?

Con una enorme tristeza y preocupación. Cuando hicimos la Constitución es evidente que el consenso de todos los grupos políticos se basaba en una realidad de que todos éramos conscientes en hacer un esfuerzo para superar el pasado. Todos los grupos políticos, especialmente los grandes partidos como UCD, PSOE, PC y Alianza Popular, estuvimos de acuerdo en hacer esa Constitución del consenso, pero el título 8o creo que lo hicimos un poco precipitado. No nos dimos cuenta de la trascendencia que suponía entregar a Cataluña la posibilidad de educar a todas las generaciones y con el País Vasco lo mismo, que en las ikastolas o en las escuelas catalanes se fuera inculcando una especie de teoría en que España era la gran culpable, que era la que había producido el atraso de esas dos grandes nacionalidades. Me da una enorme pena solo con pensarlo, ya que se puede ser catalán y catalanista siendo español hasta el tuétano. Y lo mismo digo de los vascos.

Y ahora de repente nos encontramos, por la propia debilidad del Gobierno y del Estado por la situación de crisis económica que padece, como si alguien quisiera aprovecharse de ello para sacar adelante algo que me parece un absurdo histórico, como una independencia de Cataluña o del País Vasco que no tiene sentido y ademas, seria contraproducente. Los primeros que lo van a sentir serían los catalanes y los vascos, ademas de que Europa no lo consentiría.

¿ Teme realmente que España pueda resquebrajarse?

Tengo una enorme preocupación y también una gran esperanza porque España y los españoles han pasado por momentos delicados que se han sabido superar. Quiero creer que esto lo superaremos también, pero está muy difícil. Esa es la verdad. Está muy difícil porque estamos viendo como se está produciendo esa especie de campaña de que los catalanes creen que el resto de España se está aprovechando de ellos. A los vascos les pasa tres cuarto de los mismos.

Tanto el presidente del Gobierno de Canarias como el del Cabildo de Fuerteventura se quejaban del maltrato del Estado a Canarias. ¿Cree que es así?

Es una situación muy conflictiva por la propia creación del Estado de las autonomías con unos baremos de actuación y de competencias desiguales. Por ello, hay autonomías que se sienten discriminadas y maltratadas. Yo creo que el Gobierno que sea y el de este momento de Mariano Rajoy está haciendo algo que no es muy popular pero que es necesario, dar una solución para los problemas económicos del país y eso nos beneficiará a todos. Canarias, en alguna medida, ha estado un poco lejana de las actuaciones del centro político de Madrid, pero estoy convencido que en la concesión de los grandes partidos, con líderes como Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, Aznar, Zapatero o Rajoy nunca ha existido la intención de maltratar a Canarias. Eso es absurdo y por su propia naturaleza no puede sostenerse. Canarias es y será una parte muy importante de España. Estoy plenamente convencido.