Los primeros sondeos realizados durante el pasado verano en el yacimiento arqueológico localiza- do en el islote de Lobos han arrojado importantes resultados que apuntan hacia la existencia de un asentamiento romano en la zo- na. Hasta ahora no se habían desvelado los hallazgos ni las primeras conclusiones.

Las catas han detectado distintos tipos de cerámica, no sólo la utilizada para el transporte de materiales, sino también vajillas de uso cotidiano, fragmentos metálicos, restos de fogones, huesos de cabras, un conchero de gran ta-maño y restos de lapas. Los trabajos de investigación se reanudaron el pasado lunes con la presencia de cinco especialistas en la zona del yacimiento, en la playa de La Concha, que continúa acotada a los visitantes.

La investigación se lleva a cabo gracias a la colaboración que mantienen el Cabildo de Fuerteventura desde su Departamento de Patrimonio Histórico y bajo la dirección de Mila Estupiñán, con el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, en el marco de un convenio que ya venía funcionando desde hace 12 años, y a través del trabajo de un equipo científico dirigido por Carmen del Arco Aguilar, catedrática de Prehistoria de la Universidad de La Laguna (ULL).

El consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Juan Jiménez, señaló que "el primer contacto reveló restos arqueológicos de posible procedencia romana. Ahora de lo que se trata es de trabajar en más profundidad para ver si se confirman las expectativas. De ser así estaremos hablando de uno de los hallazgos más importantes para la arqueología canaria".

Los primeros trabajos permitieron realizar unos estudios a modo de sondeos o catas para evaluar, primero, si existía el yacimiento, y segundo, para corroborar la importancia del mismo. Por lo tanto, y a falta de un análisis más detallado, las primeras hipótesis indican la posibilidad de que los restos de cerámica encontrados en Lobos sean de torno y los concheros de thais, un crustáceo del que se extrae la púrpura, un tinte muy apreciado, de manera que su procedencia podría asociarse a un asentamiento de la época imperial romana.