De hambre y miseria saben mucho los vecinos de Morro Jable. No solo han sufrido el aislamiento con el resto del territorio majorero sino la represión del poder en la época de Gustav Winter y la marginación a todo un pueblo por parte de las instituciones públicas.

Morro es tierra de parranderos. La música alivió en buena parte aquella delicada época, especialmente a finales de los 50. Contra la barriga vacía: timple, guitarra y baile. Una actividad lúdica que tenía un doble valor tras la conclusión de la dura jornada de pesca o con el cuidado de las cabras, pues los jóvenes debían acompañar a sus padres en estas labores. En este ambiente nació la Parranda Los Mantequillas, que el próximo sábado recibirán el premio Fuerteventura al mérito Artístico. El premio no solo se limita a los tocadores y cantadores, sino a toda la pandilla de aquellos muchachos que forman parte de la quinta del 46 al 48.

En aquella época fondeaban en el litoral del Sur los barcos de mercancías procedentes de Gran Canaria. Entre los comestibles destacaba la mantequilla, que se convertía en una golosina apreciada por los chiquillos. Por ello, era una estampa habitual observarlos en varios rincones del pueblo comiendo pan y mantequilla. Rafael Batista, un pescador conocido como la Pejina, los bautizó como Los Mantequillas, una de las parrandas más laureadas y recordadas de Morro.

Aprendieron de sus padres los secretos de la música tradicional y se forjaron como verdaderos músicos. Serenatas, parrandas, bailes de cuerdas, actuaciones en las juntas donde se reunían los vecinos para ayudarse "o bailes en las viviendas donde se había echado un piso y bailábamos para alisar el cemento", señala Aniceto Rodríguez, uno de sus fundadores. Eso sí, con la ayuda de un petromax para alumbrar el escenario o al grupo musical.

La llamada al servicio militar, donde coincidieron la mayor parte de los componentes del grupo, los trabajos y los casamientos provocaron un paréntesis en la Parranda. Sin embargo, en 2004 volvieron a tomar la iniciativa y desde entonces se reúnen para parrandear. De los 20 componentes del grupo, cuatro han fallecido. Sin embargo, el sábado los nombres de Bernardino, Demetrio, Juan Rodríguez y Patricio estarán presentes en el acto.