El ministro de Defensa, Pedro Morenés, presidió ayer en el Campo de Tiro y Maniobras de Pájara un ejercicio nocturno de las tropas que se trasladarán el próximo mes de mayo a Afganistán. El ministro llega a la isla en medio de la polémica generada por la denuncia de torturas y maltratos a prisioneros iraquíes en la base de Diwaniya, en Irak, por parte de soldados españoles. Los escoltas de Morenés evitaron que un periodista de LA PROVINCIA / DLP le preguntara por los citados abusos, aunque otros cargos militares, que le acompañan en la visita, aseguraron a este periódico que Defensa ya se encuentra investigando las imágenes difundidas por El País.

El contingente que lleva meses ultimando su preparación para la nueva misión en Afganistán, pertenece a las unidades militares del Mando de Canarias y se encargará del relevo de las tropas españolas en el país asiático. La Agrupación Aspfor XXXIII (Afghanistan Spanish Force), conformada por unidades de la Brigada de Infantería Ligera Canarias XVI se encuentra integrada por 900 efectivos, de los que 750 pertenecen a destacamentos ubicados en el Archipiélago canario. Al frente del contingente español estará el coronel José Luis Murga.

El ministro arribó al aeropuerto de Fuerteventura sobre el mediodía a bordo de un avión del Ministerio de Defensa, que venía escoltado por dos helicópteros del Ejército del Aire. Le acompañaba a bordo, al margen de otros altos cargos del estamento militar, Jaime Domínguez Buj, general jefe de Estado Mayor del Ejército.

A su llegada a la isla majorera se sumó a la comitiva castrense Juan Martín Villalón, general jefe del Mando de Canarias, y Alfonso García-Vaquero Pradal, general jefe de la Brigada de Infantería Ligera de Canarias (Brilcan XVI), así como numerosos jefes intermedios de la cúpula militar, entre ellos, los responsables del Regimiento de Infantería Ligera Soria 9, concretamente el teniente coronel jefe del Batallón Fuerteventura I/9, Luis Sánchez-Tembleque Letamendía, en ausencia del coronel José Antonio Leiva Lobato, que se encuentra en la Península por motivos familiares.

En la Residencia de Oficiales de Puerto del Rosario se celebró una cumbre militar donde se le expuso al ministro Morenés el trabajo que desarrollarán los soldados españoles, donde al margen de continuar con el traspaso de responsabilidad a las autoridades afganas y mantener su apoyo durante todo el proceso de repliegue, "también deberán realizar labores de protección de itinerarios, el reconocimiento y limpieza de rutas, desactivación de minas o el control de las emboscadas de los insurgentes", señalaron fuentes próximas al Ejército.

Al atardecer el ministro de Defensa y su amplio séquito se desplazaron hasta el Campamento militar de El Matorral desde donde volaron a bordo de helicópteros hasta el campo de Tiro de Pájara. Allí pudo comprobar los últimos ejercicios de adiestramiento y como se desenvuelven los soldados españoles ante cualquier ataque de los insurgentes afganos, especialmente de noche. Todo ello, sin dejar de pensar en el escándalo de Diwaniya.