Un inspector de la Policía Naciona en la Comisaría de Puerto del Rosario, identificado con las iniciales A. C. M, ha sido imputado por su relación con la operación Botavara -en la que se investiga a más de una decena de agentes de la Guardia Civil por presunto tráfico de droga- acusado de coacciones, según informaron ayer fuentes cercanas a la investigación.

El superior del cuerpo de seguridad estatal fue llamado a declarar a las dependencias del Instituto Armado el pasado miércoles, negándose éste a responder a las preguntas realizadas por los agentes.

Se da la circunstancia de que el nuevo imputado por la trama de compraventa de hachís es hermano de uno de los guardias civiles implicados en la organización y que ha ingresado en la prisión de Estremera en Madrid junto a otros tres compañeros.

Asimismo, A. C. M. fue detenido en agosto de 2004, cuando miembros de la Policía Nacional desplazados desde Madrid le acusaron de asociación ilícita, robo con fuerza continuado, robo con intimidación, falsedad y falso testimonio en juicio, delitos por los que el fiscal solicitó una pena de 23 años de prisión, aunque finalmente estos cargos le fueron retirados por defectos en la investigación.

Con esta imputación son ya 23 las personas implicadas en la operación Botavara, que desde el pasado 20 de febrero viene desarrollando la Guardia Civil. Entre ellos se encuentran diez agentes del Instituto Armado, de los que cinco de ellos han ingresado en prisión acusados de 13 delitos: contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de estupefacientes, contra las garantías constitucionales, contra el patrimonio y el orden socioeconómico, en sus modalidades de robo, hurto o extorsión, allanamiento de morada, amenazas, lesiones, revelación de secretos, detención ilegal, omisión del deber de perseguir delitos y pertenencia a organización criminal.